CALDILLO DURANGUEÑO EN CACHITO DE LA LOTERÍA NACIONAL
El caldillo durangueño, uno de los platos más emblemáticos de la gastronomía de Durango, representa un verdadero tesoro culinario que no solo ofrece sabores exquisitos, sino también una importante tradición cultural arraigada en la entidad. Este guiso único ha sido un elemento integral de la identidad culinaria de Durango durante décadas y se ha convertido en un símbolo de orgullo para sus habitantes.
La relevancia del caldillo durangueño para Durango va más allá de su exquisito sabor. Este platillo tradicional trascendió las fronteras de la cocina y se convirtió en un emblema de la identidad y un arraigo cultural de los duranguenses. Su popularidad alcanzó reconocimiento más allá de Durango, llegando a ser apreciado en distintas partes de México e incluso en el extranjero. El caldillo durangueño se ha convertido en una referencia de la rica tradición culinaria mexicana, tanto así que la Lotería Nacional decidió conmemorar este platillo mediante la emisión de un billete, mismo que reconoce a la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC) por su labor en impulsar las tradiciones culinarias de los duranguenses y promover su reconocimiento a nivel nacional.
Luz Adriana López Galicia, subdirectora de operaciones de la Lotería Nacional informó que este billete, será el número 3892, mismo que estará dedicado al reconocimiento del 65 aniversario de CANIRAC, destacando el caldillo durangueño como un platillo emblemático de Durango. La imagen del platillo será difundida en más de 11 mil puntos de venta, y en el sorteo mayor se presentará la fotografía para que todo el país conozca la esencia de cada estado.
El caldillo durangueño es un caldo espeso y sustancioso que se elabora con carne de res, cerdo o pollo, acompañado de una variedad de vegetales frescos como papas, zanahorias, calabacitas y ejotes. Su sabor se realza con especias como laurel, comino, orégano y chile, que le otorgan un toque picante y aromático característico. Además, se le añaden ingredientes locales como el huaje, una leguminosa autóctona de la región, que le aporta un sabor distintivo y especial