La calidad del aire en Durango se ha convertido en un tema de creciente preocupación, ya que la exposición a niveles moderados de contaminación puede generar serios problemas de salud. Afecta principalmente a grupos vulnerables como menores de edad, personas de la tercera edad y aquellos con condiciones preexistentes, tales como enfermedades respiratorias o cardiovasculares. Estos individuos son más propensos a sufrir efectos adversos como alergias respiratorias, irritación ocular, tos, dificultad para respirar y el agravamiento de sus condiciones de salud existentes.
Según datos de AQICN, Durango presenta un Índice de Calidad del Aire (ICA) de 60, lo que lo coloca en un rango moderado de contaminación. Comparado con ciudades de características similares, como Aguascalientes, que tiene un ICA de 82, y Saltillo, con un valor de 64, Durango está experimentando un nivel de contaminación más bajo, aunque aún representa un riesgo para la salud de sus habitantes. Es importante señalar que las cifras de vehículos en circulación también contribuyen significativamente a este problema, ya que en 2023 se vendieron 4,004 vehículos nuevos, sumados a los ya existentes. Este incremento en el parque vehicular es uno de los principales factores que agravan la calidad del aire, pues el uso constante de combustibles fósiles, como gasolina y diésel, es una de las causas principales de la contaminación.
La quema de combustibles fósiles, tanto en el transporte como en otras actividades industriales, ha sido identificada como la principal fuente de contaminación del aire en la ciudad. Aunque Durango se encuentra en una etapa moderada en términos de calidad del aire, es fundamental que las autoridades locales sigan tomando medidas para controlar y reducir estos niveles, con el fin de proteger la salud de la población. Esto incluye monitorear la calidad del aire de manera constante, promover el uso de transporte más limpio y fomentar hábitos sostenibles tanto a nivel urbano como industrial.
Es necesario que la ciudadanía también se involucre en la mejora de la calidad del aire, adoptando hábitos como el uso del transporte público, la reducción de emisiones y el cuidado de las áreas verdes. En definitiva, la responsabilidad compartida entre autoridades y habitantes de Durango es crucial para garantizar un ambiente más saludable y reducir los riesgos asociados a la contaminación atmosférica.