En días recientes, se anunció la conversión de varias calles del centro histórico de la ciudad en semi peatonales, lo que ha despertado la curiosidad de muchas personas respecto a cuándo y cómo ocurrirá esta transformación. Aunque las autoridades mencionan que las banquetes están siendo reparadas, los ciudadanos discrepan y perciben una realidad diferente en las calles.
Los ciudadanos, en especial, hacen un llamado a los jóvenes para que estén más atentos a su entorno al caminar, ya que muchas veces se distraen y podrían sufrir accidentes debido al estado de las calles y banquetes, que carecen de mantenimiento adecuado.
La directora de Desarrollo Urbano Municipal enfatiza que la prioridad siempre es el peatón. Para respaldar esta afirmación, se hace mención de la Pirámide de la Movilidad, una representación gráfica que muestra la jerarquía vial, colocando a los peatones y personas con discapacidad en la cúspide, seguidos por ciclistas, transporte público, transporte de carga y, por último , usuarios de transporte particular.
Sin embargo, la percepción de los ciudadanos respecto a la movilidad urbana difiere de esta jerarquía. Existe un reclamo generalizado hacia las autoridades para que sean más conscientes de las necesidades ciudadanas y comiencen a invertir en la infraestructura de calles y banquetes en lugar de destinar recursos a campañas electorales u otras multas.
Uno de los mayores desafíos es la convivencia entre peatones y vehículos a gasolina, lo que demanda adaptaciones en las calles, banquetes y en toda la infraestructura que impacta en la movilidad segura de los ciudadanos.
Aunque la Dirección de Desarrollo Urbano Municipal reconoce la complejidad de lograr la peatonalización completa de todas las calles, subraya que la prioridad siempre será el peatón y su movilidad segura.
Cada día cobra más relevancia el impacto de la movilidad en el medio ambiente, lo que ha llevado a replantear las prioridades en la configuración de los espacios públicos urbanos y en las políticas de movilidad. En este contexto, se busca aplicar en las calles la pirámide de la movilidad urbana, que privilegia al peatón como actor principal en el diseño de las ciudades del futuro.