El cierre anticipado del programa de acopio de frijol ha generado una gran incertidumbre entre los productores locales, quienes se ven ahora imposibilitados de vender su cosecha. El regidor Pedro Silerio denunció que, a pesar de que se había establecido el mes de abril como fecha de cierre, las bodegas ya no están recibiendo el grano. "Se habla de 15 mil toneladas acopiadas, pero las bodegas siguen cerradas", señaló, explicando que esta situación afecta directamente a los campesinos, quienes dependen de la venta de su producción para sustentar a sus familias.
En esta temporada, la producción de frijol alcanzó las 30 mil toneladas, de las cuales entre 20 mil y 25 mil son aptas para la venta. Sin embargo, al no abrirse las bodegas, los agricultores quedan en una posición vulnerable, sin opción de negociar sus productos con precios justos. Ante esta falta de apoyo, los productores se ven forzados a vender a intermediarios que pagan precios muy por debajo del valor real del grano. Mientras que el precio justo es de 27 pesos por kilo, los intermediarios solo ofrecen 18 pesos, lo que representa una pérdida significativa para los campesinos.
El regidor Silerio García hizo un llamado urgente a la federación y a la presidenta Claudia Sheinbaum para que intervengan y den instrucciones para que el programa de acopio de frijol continúe. "Los funcionarios de SADER deben actuar de inmediato, no esperar a que la gente se movilice para tomar decisiones", expresó con firmeza.
Desde diciembre, las bodegas permanecen cerradas y no se ha distribuido el material necesario para la recolección del frijol, lo que agrava aún más la situación. Si esta situación no se corrige pronto, los campesinos se verán obligados a aceptar precios injustos por su esfuerzo y trabajo, lo que afectará gravemente su estabilidad económica. La comunidad agrícola exige una solución inmediata para evitar más pérdidas y garantizar que el esfuerzo de los productores sea remunerado de forma justa.