Discapacidad y desigualdad laboral en Durango: un problema persistente

Jesús José Vargas Adame dedicó años de su vida al servicio público, organizando las nóminas y pagos en la Secretaría de Educación del Estado. Sin embargo, un problema de miopía avanzó hasta dejarlo completamente ciego, transformando drásticamente su vida laboral. Ahora, con una pensión limitada, se enfrenta a las barreras que sufren muchas personas con discapacidad: la necesidad de recurrir al autoempleo para subsistir. Don Jesús descubrió que sus habilidades profesionales, como el manejo de nóminas, quedaron relegadas a oficios como la elaboración de piñatas o productos de panadería, actividades a las que comúnmente son redirigidas las personas con discapacidad visual.

En México, el panorama es desolador para este sector. De acuerdo con datos recientes, el 45.8% de las personas con discapacidad sufren problemas visuales, mientras que el 40.3% enfrentan limitaciones motrices y el 13.9% auditivas. A pesar de esto, la falta de oportunidades laborales sigue siendo alarmante. Más de la mitad no cuenta con prestaciones laborales y aproximadamente el 15% no recibe ninguna remuneración por su trabajo.

Además, el entorno físico en Durango no está diseñado para ser inclusivo. Banquetas sin rampas, transporte público inaccesible y estacionamientos insuficientes son solo algunos de los obstáculos diarios que enfrentan. Estos problemas no solo limitan su movilidad, sino que también perpetúan la exclusión social y laboral.

Ante esta situación, la diputada local Gabriela Vázquez Chacón presentó una iniciativa en el Congreso del Estado con el objetivo de ampliar las oportunidades laborales y combatir la discriminación que padecen las personas con discapacidad. El punto toral, es el de "educar" a los Gobiernos y a los Empresarios a detectar las capacidades, sin ver las discapacidades. Sin embargo, los retos van más allá de las leyes: se necesita un cambio cultural y social para garantizar que las personas con discapacidad puedan integrarse plenamente a la sociedad.

Jesús José es solo uno de muchos casos que reflejan la urgencia de tomar medidas efectivas para apoyar a este sector de la población, garantizando su acceso a un empleo digno y una vida sin barreras.