A sus 81 años, don Pedro Chávez Ramírez es un destacado, histórico y ejemplar deportista coahuilense, quien le ha dedicado 63 años de su vida a la actividad física.
De profesión técnico dental, ha combinado su carrera con la disciplina de la halterofilia, actividades que le han permitido vivir a plenitud en su ciudad natal Torreón.
Pedro Chávez inició en el mundo del deporte en 1957 al practicar boxeo en las instalaciones de la Plaza de Toros Torreón. Un año más tarde, don Pedro Chávez se enroló en la disciplina del levantamiento de pesas, en la que consiguió el Campeonato Nacional en la categoría novatos, convirtiéndose así en el primer deportista lagunero en adquirir estos logros y ser uno de los primeros Coahuilenses en subir a los podios de medallas a nivel nacional en la especialidad.
Cuenta con un gran palmarés: participó en 11 campeonatos nacionales donde obtuvo tres de ellos; posee dos Campeonatos Mundiales de Powerlifting (levantamiento de potencia), además de algunos logros dentro del Fisicoculturismo, en los eventos "Mr. Laguna", en los que logró tres campeonatos en la categoría veteranos.
En 50 años de matrimonio, procreó dos hijos, que le han dado cuatro nietos, quienes le han dado motivación, inspiración y ganas de seguir saliendo adelante en todos los aspectos, como un abuelo consentidor y con una vida totalmente plena.
"Me siento favorecido, bendecido porque mis hijos me han salido muy buenos y muy dedicados. Ahorita disfruto de toda mi familia y de mis nietos.
"Al deporte le agradezco toda mi salud, más que nada, tener una vida saludable, sin vicios. Quisiera decir que estoy al mil, pero sí puedo decir al cien. Padezco de diabetes, pero el deporte es una terapia y fuente de juventud", aseguró Pedro Chávez.
"Cada cabeza es un mundo, lo que debemos de hacer es tener movimiento, para eso nos mandó Dios con piernas, con brazos y cabeza para pensar a este mundo, debemos de echar andar nuestra mente, y decir todos los días ?bendito Dios que hoy amanecimos de nuevo?", expresó.
Actualmente, este ejemplar deportista coahuilense continúa ejerciendo su profesión de técnico dental por las mañanas, mientras que en las tardes se sigue dando tiempo de realizar el deporte de sus amores (halterofilia) y posteriormente disfruta a toda su familia: esposa, hijos y nietos.