La polémica y la violencia en torno a lo que sería una espectacular final de la Copa Libertadores entre Boca Juniors y River Plate continúa, después de que el juego de vuelta fuera suspendido y cambiado de sede luego de los hechos violentos del pasado 24 de noviembre.
Este martes, los empleados que trabajan en "La Bombonera", estadio del Boca tuvieron que desalojar las instalaciones luego de que el personal de seguridad informara que habían recibido una llamada sobre amenaza de bomba.
El plantel entrenó temprano y para la hora de la emergencia, ningún jugador estaba en las instalaciones. La división de explosivos de la policía de Buenos Aires se encuentra revisando a fondo las instalaciones del emblemático inmueble xeneize.