La final de la Liga de Campeones entre el Manchester City y el Chelsea se disputará en el estadio do Dragão de Oporto el 29 de mayo a las 21.00 horas, en lugar de en el Atatürk de Estambul, para permitir la asistencia de 6.000 aficionados de cada equipo, informó hoy la UEFA.
"Tras la decisión del Gobierno británico de incluir a Turquía en su lista roja de destinos de viaje por la COVID-19, la celebración de la final allí habría supuesto que ninguno de los aficionados de los clubes pudiera viajar al partido", señaló el organismo en un comunicado.
"Después de un año sin que los aficionados entrasen en los estadios, la UEFA pensó que había que hacer todo lo posible para que los seguidores de los dos equipos finalistas pudieran asistir", añadio.
A ello se unió el ofrecimiento de la Federación Portuguesa de Fútbol (FPF) y las autoridades portuguesas para organizar el partido.
Al ser Portugal un destino de la lista verde para Inglaterra, los aficionados y jugadores que asistan a la final no tendrán que pasar la cuarentena a su regreso a casa.
La UEFA lamenta y agradece "el trabajo que las autoridades futbolísticas turcas han realizado durante los dos últimos años para garantizar el éxito de la celebración de la final en Estambul" y estudiará urgentemente futuras oportunidades para la capital turca.
Para el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, "privar a los aficionados de la posibilidad de ver el partido en persona no era una opción".