FMI avala solidez económica de México con Línea de Crédito
El Fondo Monetario Internacional (FMI) completó una revisión intermedia de la Línea de Crédito Flexible (LCF) que otorgó a México en noviembre de 2023, confirmando que el país sigue cumpliendo con los criterios de acceso a este respaldo financiero
La Línea de Crédito Flexible del FMI es un instrumento de préstamo precautorio que ha sido utilizado por México, Colombia y Polonia desde su creación en 2009. Este mecanismo está diseñado para proporcionar un respaldo financiero a países con fundamentos económicos sólidos, permitiéndoles acceder a recursos del FMI sin las condiciones tradicionales de los programas de ajuste. El día de ayer, la LCF, decidió mantener este acceso para México de aproximadamente 35 mil millones de dólares (equivalentes a 26.7381 mil millones de activos de reserva internacional), esto como una medida precautoria destinada a reforzar la estabilidad económica del país frente a posibles turbulencias externas, como la volatilidad en los mercados emergentes y el entorno económico global incierto.
Esta línea de crédito es parte de una estrategia mexicana que, desde 2017, busca reducir gradualmente el monto de acceso al crédito del FMI para demostrar confianza en su economía y en su política macroeconómica estable
La Comisión de Cambios de México, integrada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el Banco de México (Banxico), ratificó esta medida con el compromiso de continuar una política macroeconómica prudente. México mantiene fundamentos económicos sólidos, como un marco monetario que ha logrado estabilizar la inflación y un sistema financiero resistente, bien regulado y con altos niveles de liquidez. Estas políticas han sido respaldadas también por la independencia del Banxico y la política fiscal conservadora que mantiene un nivel de deuda pública manejable.
Según el FMI, estos factores otorgan a México una base económica robusta, que le permite enfrentar los desafíos internacionales con mejores herramientas
La LCF no implica condiciones adicionales, lo que permite a México un acceso flexible en caso de ser necesario, sin que el país esté obligado a utilizar los fondos, lo que refuerza su carácter precautorio. Las autoridades mexicanas se han comprometido a una estrategia ordenada de salida de la LCF, adecuando el acceso de manera cautelosa y considerando el balance de riesgos externos, como la desaceleración económica de los principales socios comerciales, las fluctuaciones en los precios de materias primas, y los efectos de elecciones internacionales en el comercio y el flujo de capitales.
La participación en la LCF puede explicarse por una combinación de factores tanto de demanda como de oferta. Según la revista Sciencedirect, la probabilidad de que un país participe en la LCF es mayor en aquellos que han experimentado presiones significativas en el mercado cambiario antes de la creación del instrumento. Además, otros factores que aumentan la probabilidad de participación incluyen:
- Menores diferenciales de bonos soberanos.
- Bajos niveles de inflación.
- Alta participación en las exportaciones de Estados Unidos.
- Mayor propensión a hacer concesiones políticas a Estados Unidos