Impuesto verde. Que sea justo y enfocado al Medio Ambiente.
Los empresarios en Durango, particularmente los afiliados a la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (CANACINTRA), han expresado su postura sobre el impuesto verde. Si bien no se oponen a la implementación de esta medida fiscal, solicitan un trato justo, especialmente para las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs), que representan la mayoría del sector empresarial en el estado. La preocupación de los empresarios radica en que este nuevo impuesto no se convierta en una carga excesiva para las empresas de menor tamaño, que ya enfrentan desafíos económicos y operativos importantes.
Joana Soto, Presidenta de CANACINTRA en Durango, ha señalado que, además de solicitar una estructura equitativa para el impuesto, es fundamental que los recursos generados por esta recaudación se destinen exclusivamente a proyectos que mejoren las condiciones ambientales y la calidad de vida en las ciudades de Durango. Para Soto y otros líderes empresariales, el uso transparente y responsable de estos fondos es clave para que el impuesto verde cumpla realmente con su objetivo de apoyar el medio ambiente y no se convierta en una simple carga fiscal.
En este momento, la medida se encuentra en etapa de discusión en el Congreso del Estado de Durango, donde representantes de CANACINTRA y otros sectores empresariales están sosteniendo reuniones con los diputados locales para presentar sus propuestas. Estos diálogos buscan garantizar que el diseño del impuesto verde contemple las distintas realidades del sector empresarial en Durango y que los diputados comprendan la importancia de una estructura diferenciada que permita a las MiPyMEs sostener su operación sin verse afectadas desproporcionadamente.
La expectativa del sector empresarial es que el Congreso logre equilibrar los intereses de recaudación con el impacto sobre la economía local, promoviendo políticas fiscales que incentiven la sostenibilidad sin poner en riesgo a las empresas más pequeñas. Un impuesto verde bien implementado, señalan, podría convertirse en un paso positivo para el estado y en una herramienta efectiva para el desarrollo sostenible de Durango.