Musculosos, de estatura corta, exóticos y hasta con otras preferencias, es como encontramos una gran diversidad de participantes cuando se trata de la práctica de la lucha libre.
Poco se habla de esta disciplina deportiva en el Puerto de Salina Cruz, sin duda, una tradición mexicana que despierta emociones y enamora a todo tipo de público.
Sin embargo, para despertar la inquietud y euforia de los espectadores, los luchadores atraviesan una rigurosa preparación previa a los combates.
"Ellos realizan un tipo de entrenamiento específico para generar un poquito más de fuerza al igual que llevan un plan de alimentación muy estricto, ellos como luchadores requieren de una gran fuerza para efectuar los movimientos que hacen tan peligrosos, también estamos "concisando" la construcción de masa muscular para una atracción física. Estamos dividiendo su entrenamiento, estamos dividiendo los grupos musculares, enfocamos un día en particular para toda la parte inferior que es construcción de pierna y un día en la parte superior que es construcción de pecho, hombros, brazos y espalda".
Hace algunos años en la localidad porteña, derivado de la búsqueda de un espacio donde pudieran practicar este deporte, un grupo de jóvenes conformó una asociación, que hoy en día ha puesto en alto el nombre de Salina Cruz en diversas competiciones de carácter nacional y estatal.