El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (CANADEVI), Salvador Chávez, analizó el panorama del sector para 2025 con un enfoque optimista, pero cauteloso. La implementación de nuevas disposiciones federales genera incertidumbre en cuanto a los ajustes que podrían sufrir los costos de la vivienda, pero el aumento del 12% en el salario mínimo plantea un escenario favorable para los trabajadores interesados en adquirir una propiedad.
Chávez explicó que actualmente los costos promedio de las viviendas más baratas en Durango oscilan en 500 mil pesos para desarrollos multifamiliares y 600 mil pesos para casas unifamiliares. Con el aumento en la capacidad adquisitiva de los empleados, se espera que la demanda de vivienda crezca significativamente. Este incremento, según el presidente de CANADEVI, permitirá que más familias puedan acceder a créditos hipotecarios y mejorar sus condiciones de vida.
A pesar del optimismo, Chávez subrayó que el sector enfrenta retos importantes. Las nuevas normativas de una posible miscelanea fiscal, podrían influir en el costo final de las viviendas, afectando tanto a los desarrolladores como a los compradores. "Es fundamental que se logre un equilibrio entre el ajuste de precios y la accesibilidad para mantener la estabilidad del mercado", indicó.
Asimismo, destacó que el incremento en la demanda podría beneficiar la economía local al impulsar la generación de empleo en la construcción y otros sectores relacionados. Sin embargo, hizo un llamado a las autoridades para que se garantice un entorno regulatorio que promueva la inversión y la competitividad en el sector.
De cara a 2025, el desafío principal será adaptar los desarrollos a las nuevas disposiciones sin comprometer la calidad ni el acceso a la vivienda, especialmente para las familias de menores ingresos. Chávez concluyó que, aunque el escenario parece alentador, el sector deberá ser vigilante y proactivo para aprovechar las oportunidades y enfrentar los desafíos.