Las claves de la elección en Venezuela
Aunque ya hay un claro ganador, las elecciones de Venezuela no dejan de estar llenas de conflicto: criticadas internacionalmente, en medio de una crisis económica y política, y con amenazas de boicot y protestas. Esto es lo más importante que debes saber:
Las elecciones presidenciales venezolanas están bajo la mira desde su anuncio. Aunque tradicionalmente se realizaban en octubre, esta vez el Presidente Nicolás Maduro ordenó adelantarlas. Originalmente las quería en abril, pero el órgano electoral le pidió aplazarlas, pues difícilmente las tendrían listas en esa fecha.
Estos comicios llegan después de un año agitado: en 2017 hubo una enorme ola de protestas que dejó decenas de muertos. Ante ello, Maduro ordenó la creación de la Asamblea Nacional Constituyente, un órgano plenipotenciario que se encarga de redactar una nueva Carta Magna.
La principal alianza opositora del país rechazó las elecciones después de que el Gobierno se negó a satisfacer las demandas de tiempo adicional para las primarias y apuntar un órgano independiente para revisar la elección.
Las figuras más prominentes de la oposición no pueden participar, como el activista Leopoldo López y el candidato a la presidencia en dos ocasiones Henrique Capriles; ambos por enfrentar procesos legales.
Sin embargo, Henri Falcon, un ex soldado y gobernador, es el candidato más popular, pero aun así ha luchado para obtener un amplio apoyo ya que muchos opositores de Maduro lo acusan de legitimar un voto falso.
Javier Bertucci, un televangelista que ha hecho de la sopa gratis un elemento básico de su campaña, también ha ganado ciertas simpatías.
La comunidad internacional se niega a reconocer los resultados de los comicios presidenciales, pues argumentan que desembocan en una abierta violación de los derechos de los electores. Estados Unidos, Francia, Canadá y los países que integran el llamado Grupo de Lima, han urgido al gobierno de Maduro a convocar a unas nuevas elecciones que pueden ser consideradas libres y creíbles.
Incluso el Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, dijo que la votación del domingo no reunirá las condiciones para la aprobación de 193 miembros. En tanto, Estados Unidos sancionó el viernes al número dos del Partido Socialista, Diosdado Cabello.
La economía venezolana atraviesa una situación de crisis, declarada en recesión desde 2014, la principal fuente de ingresos de la nación se fundamenta en la producción de petróleo. La baja del precio del crudo en el mercado internacional, la devaluación de la moneda y las duras sanciones internacionales impuestas por la comunidad internacional han disparado los precios de los productos básicos. El 86 por ciento de la población se ha visto afectada por la inflación de 13 mil 700 por ciento de los productos.
Esto ha causado que el Gobierno no pueda pagar para importar artículos de la canasta básica, lo que ha provocado que muchos estantes de los supermercados se encuentren vacíos. La falta de alimentos en Venezuela, así como las largas filas para obtener comida, son un gran problema para la inestabilidad social en la nación sudamericana.
En ese contexto, el Gobierno ha intentado disminuir la crisis y ganar apoyo electoral cooptando la distribución de despensas.
Según cifras de la ONU, de 2014 a 2017 un millón y medio de venezolanos migraron a otras partes del mundo por distintos motivos como factores políticos, las necesidades socioeconómicas, la búsqueda de oportunidades laborales, la situación de inseguridad y violencia o por la situación de escasez de alimentos y medicinas que se viven en el país sudamericano. Colombia, Brasil y Chile han sido los principales receptores.