Legislar propinas: incertidumbre para meseros y empresarios restauranteros
La propuesta de legislar las propinas en el sector restaurantero ha encendido las alarmas entre meseros, cocineros y empresarios en Durango. De acuerdo con Adriana Porras Zubiría, presidenta de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (CANIRAC) en el estado, esta medida sería perjudicial para quienes laboran en este sector y para los empresarios que ya enfrentan un panorama económico complejo.
Actualmente, las propinas representan un incentivo directo y una "recompensa" por el servicio que los clientes reciben. Estas no solo benefician a los meseros, sino que suelen repartirse entre cocineros, personal de limpieza y otros integrantes del equipo que colaboran en la atención al público. La eliminación de este esquema, con la intención de sustituirlo por sueldos más altos, ha sido vista con recelo tanto por los trabajadores como por los dueños de negocios.
Porras Zubiría advirtió que un cambio de esta naturaleza impactaría gravemente las finanzas de los restaurantes, principalmente de pequeños y medianos negocios que dependen del flujo constante de ingresos para mantenerse operativos. Además, los meseros y personal relacionado, quienes muchas veces complementan su salario con propinas, verían una reducción significativa en sus ingresos, afectando su economía familiar.
"Las propinas son una tradición y, más allá de eso, un reconocimiento directo del cliente hacia el servicio recibido. Regularlas o eliminarlas sería un golpe tanto para los trabajadores como para el sector", puntualizó la presidenta de CANIRAC.
La propuesta de establecer sueldos más altos y prescindir de las propinas podría desincentivar la calidad en el servicio al cliente, ya que se perdería ese vínculo directo entre el desempeño del personal y el incentivo recibido.
Empresarios y trabajadores del sector han solicitado que se analicen todas las implicaciones antes de legislar sobre este tema, pues consideran que lejos de beneficiar a los empleados, podría generarles pérdidas económicas y afectar la estabilidad del sector restaurantero en Durango.