Llegaron lluvias y los baches también a bulevar Rio Grande
Las recientes lluvias en Durango han dejado al descubierto nuevamente el problema de los baches en el bulevar Río Grande, una situación que afecta a cientos de conductores que transitan diariamente por esta importante vía. Los vecinos de la zona han denunciado el deterioro constante de la carpeta asfáltica, agravado por las precipitaciones, y solicitan una solución inmediata a este problema que lleva años sin resolverse.
El mal estado del bulevar no solo representa un riesgo para la seguridad vial, sino también un costo adicional para los conductores, quienes deben lidiar con posibles daños a sus vehículos al transitar por una superficie irregular y peligrosa. Ante esta situación, las quejas de los ciudadanos han aumentado, exigiendo a las autoridades municipales que tomen medidas concretas para rehabilitar la vialidad.
En respuesta a estas demandas, el alcalde Antonio Ochoa informó que se tiene previsto iniciar una remodelación total del bulevar Río Grande en los primeros meses de 2025, específicamente entre enero y febrero. Este proyecto buscará no solo reparar los daños actuales, sino también ofrecer una solución duradera que evite que el problema reaparezca en temporadas de lluvias futuras.
Mientras tanto, quienes utilizan esta vía deben extremar precauciones para minimizar riesgos. Conductores y peatones que frecuentan el bulevar Río Grande han señalado que los baches se vuelven más peligrosos cuando se acumula agua en ellos, ya que dificulta estimar su profundidad y tamaño. Esto incrementa la posibilidad de accidentes o desperfectos mecánicos, especialmente en horarios de alta afluencia vehicular.
La situación del bulevar Río Grande refleja un problema recurrente en diversas vialidades de Durango, donde las lluvias actúan como detonantes que evidencian la falta de mantenimiento preventivo en las calles y avenidas. Aunque el anuncio de una remodelación total ofrece esperanza a los habitantes, la urgencia de acciones temporales es innegable para garantizar la seguridad de quienes dependen de esta importante arteria vial.
La ciudadanía espera que las autoridades cumplan con los plazos establecidos y que el proyecto de rehabilitación se realice con materiales de calidad que aseguren una solución sostenible. Mientras llega el inicio de las obras, la paciencia y la precaución serán claves para enfrentar los retos que el deteriorado bulevar Río Grande presenta a diario.