Lluvias evitaron proliferación de gusano barrenador en Durango

Las lluvias recientes en el estado han sido un alivio para la situación agrícola, ya que **frenaron, en parte, la proliferación del gusano barrenador**, una plaga que afecta cultivos y ecosistemas. El gusano barrenador es un insecto que ataca plantas y árboles, causando graves daños al perforar los tallos y raíces, lo que compromete la salud de la vegetación. Este gusano se había extendido en diversas zonas agrícolas, amenazando con afectar la producción de alimentos.

Claudia Hernández, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), explicó que la situación ha sido parcialmente controlada gracias a la intervención de las autoridades y a las lluvias que mitigaron el avance de esta plaga. Además, la SEMARNAT ha trabajado de la mano con agricultores y especialistas para desarrollar estrategias de contención y erradicación del gusano barrenador en las zonas afectadas.

Para evitar una mayor propagación, **se implementó un cerco sanitario** en distintas partes del estado, una medida preventiva que busca impedir la entrada de esta plaga en otras áreas no afectadas. Este cerco incluye la inspección de productos agrícolas que entran y salen del estado, así como la vigilancia de zonas de riesgo. Las lluvias, aunque inesperadas, contribuyeron a reducir la actividad del gusano barrenador, ya que el exceso de agua en los suelos dificultó su ciclo reproductivo. No obstante, las autoridades recalcaron que el combate contra esta plaga continúa y no debe relajarse la vigilancia.

Las lluvias comenzaron a principios de septiembre, justo cuando se observaba un incremento en la actividad del gusano barrenador en las zonas rurales. Este fenómeno meteorológico ha sido clave en frenar el avance del gusano, aunque las autoridades advierten que el riesgo no ha desaparecido. La SEMARNAT mantiene operativos de control y monitoreo constante en las áreas más vulnerables.

Las zonas más afectadas por esta plaga se encuentran en áreas agrícolas del estado, donde los cultivos de maíz y frutales son los más propensos a sufrir daños. Sin embargo, gracias al cerco sanitario implementado, se ha logrado contener la expansión del gusano a otras regiones. Las autoridades y los agricultores están trabajando de manera coordinada en distintas partes del estado para proteger tanto los cultivos como el ecosistema.