Los Lakers de Los Angeles se impusieron 106-93 al Heat de Miami en el juego 6 de las finales de la NBA, asegurando el anillo de campeonato y el trofeo Larry O'Brien.
Las imprecisiones del Heat marcaron este juego a diferencia del juego 5, hecho que aprovechó el equipo angelino para mantener una ventaja amplia desde el segundo cuadro, llegando incluso a separarse hasta por 30 puntos, con LeBron James al frente de la ofensiva con 28 puntos y el nombramiento del Jugador Más Valioso de las finales.
Los Lakers no ganaban el campeonato de la NBA desde 2010 cuando vencieron a los Celtics de Boston.