Para muchas familias, la Navidad será una fecha de incertidumbre, pues pasarán estas festividades en los hospitales, lidiando con la preocupación por la salud de sus seres queridos. El frío y la distancia se suman a la angustia, ya que solo se permite la presencia de un familiar por paciente, obligando a los demás a esperar afuera, bajo condiciones difíciles.
Martín, quien tiene a un familiar internado tras un accidente, compartió su experiencia: "Es complicado estar aquí, no hay tiempo para pensar en la Navidad. Lo único que deseamos es que mi familiar salga bien del hospital".
Este sentimiento es compartido por cientos de familias que, en lugar de disfrutar de las celebraciones, viven con la esperanza de un milagro, esperando que sus seres queridos superen sus problemas de salud. Algunos pacientes llevan más de dos meses en tratamiento, lo que agudiza la tensión y la tristeza de los que esperan.
Las festividades, que para muchos son un tiempo de alegría y unión, se convierten para estas familias en una prueba de paciencia y resiliencia. La Navidad se vuelve solo una fecha en el calendario, sin espacio para celebraciones, ya que lo más importante es la salud de quienes se encuentran hospitalizados.
Este panorama refleja una realidad dolorosa para aquellos que, en el umbral de la esperanza, enfrentan una Navidad lejos de los abrazos familiares, pero con el firme deseo de ver a sus seres queridos regresar a casa con salud.