Javier Albisu. Agencia EFE
Fútbol de infarto para Países Bajos tras siete años ausentes de los grandes torneos, en un encuentro en Ámsterdam sin goles en la primera parte y cinco en la segunda en el que los neerlandeses se adelantaron dos a cero, se dejaron empatar y lograron inclinar a su favor en el 85 (3-2).
Con la victoria en el Johan Cruyff Arena ante su público, en un encuentro en el que los neerlandeses dominaron ampliamente y se encontraron con un empate en dos jugadas aisladas, la selección de Frank de Boer se coloca segunda de grupo, por detrás de Austria, que se impuso por 3-1 a Macedonia del Norte, mientras que Ucrania es tercera.
El partido arrancó con un ritmo trepidante, con balones en ambas áreas y con el delantero Memphis Depay como hombre destacado de la selección naranja y el portero ucraniano Georgiy Bushchan como estrella de los suyos, con tres intervenciones clave.
A medida que avanzaba el reloj, Ucrania fue encontrándose cómoda atrás mientras que los de Frank de Boer se hicieron dueños de la pelota (60 % de posesión) en una primera parte con desgaste físico y claro acento neerlandés. Pero el primer gol de los locales, que se hizo de rogar, no llegó hasta el minuto 7 de la segunda parte.
Fue en una contra por la derecha con un centro raso de Denzel Dumfries. Bushchan logró despejar en primera instancia pero dejó la pelota a merced de Georginio Wijnaldum, quien desde la línea del área aprovechó el rechace para hacer gol en el undécimo disparo de los neerlandeses.
Con el marcador a favor y el calor del público local en el estadio Johan Cruyff de Ámsterdam, la antigua Holanda tardó sólo seis minutos en hacer el segundo, factura de Wout Weghorst que fusiló la portería de los de Andréi Shevchenko.
Cuando parecía que Ucrania se iba difuminando y claudicaba, apareció el veterano Andriy Yarmolenko, que sin mucha oposición de la defensa recorrió la frontal del área hasta encontrar ángulo y superar con un precioso disparo aéreo desde el centro orientado a la izquierda a Maarten Stekelenburg, que hizo historia al ser el jugador neerlandés más veterano en jugar un encuentro.
Yarmolenko pidió el cambio tras el gol, pero para entonces ya había resucitado a los suyos, que dos minutos después y a balón parado hicieron el empate con un centro que remató de cabeza Roman Yaremchuk.
El jarro de agua fría no paralizó a los de De Boer, que consiguieron la ansiada victoria gracias a un cabezazo de Denzel Dumfries que hizo de nuevo sonreír a la antigua Holanda en un gran torneo, sensación que no conocían desde el Mundial de Brasil 2014.
Países Bajos recibirá a Austria el próximo jueves en Ámsterdam y Ucrania y Macedonia del Norte se medirán ese mismo día en Bucarest.