El incremento al salario mínimo anunciado por el Gobierno Federal ha generado debate entre los sectores empresariales de Durango. Mauricio Holguín, consejero de la Cámara Nacional de Comercio (CANACO), expresó su preocupación por la falta de consulta a las cámaras empresariales para definir esta medida, señalando que el aumento llega en un momento crítico para las empresas locales, muchas de las cuales enfrentan dificultades por la falta de circulante y el cierre de operaciones.
El empresario subrayó que la problemática no radica únicamente en el aumento directo al salario de los trabajadores, sino en los costos adicionales que este genera, como mayores aportaciones al IMSS, INFONAVIT y otros pagos obligatorios. Estos incrementos podrían poner en riesgo la viabilidad de pequeños negocios, especialmente en un entorno donde no se están generando nuevas inversiones significativas en el estado.
Holguín también advirtió sobre una posible depreciación de la moneda, explicando que aunque los empleados tengan más dinero en sus bolsillos, el aumento del capital circulante podría reducir el poder adquisitivo real. Este fenómeno, dijo, podría llevar a un incremento en los precios y una mayor inflación.
Otra consecuencia destacada fue el riesgo de que más negocios opten por integrarse al comercio informal para evitar el pago de impuestos y cuotas adicionales. Según Holguín, esto representaría un retroceso para la economía formal, dificultando aún más la recuperación económica en Durango y en el país.
Los empresarios locales coinciden en que, si bien es necesario mejorar los ingresos de los trabajadores, estas medidas deben ir acompañadas de incentivos para las empresas y un enfoque integral que fomente la inversión, genere empleo formal y fortalezca la economía. Sin este equilibrio, el impacto del incremento podría ser contraproducente para todos los sectores.