Periodista Victor Montenegro denuncia amenazas.
El periodista Víctor Montenegro mediante una publicación en redes sociales señaló el presunto uso indebido de una camioneta oficial del municipio de Canelas, Durango. Este hecho marcó el inicio de una serie de eventos preocupantes, donde la libertad de expresión y la seguridad personal se vieron amenazadas.
La controversia surgió cuando Montenegro, haciendo eco de preocupaciones ciudadanas, expuso una situación que, a simple vista, podría parecer menor, pero que subraya las profundas fisuras en la gestión de los recursos públicos. La publicación en cuestión sugería que un vehículo del municipio estaba siendo utilizado para fines distintos a los de su función oficial. La respuesta no se hizo esperar: solicitudes de derecho de réplica llovieron sobre el periodista, a las que respondió con la solicitud de identificación formal para proceder de manera ética y responsable.
Sin embargo, lejos de una solución dialogada, Montenegro se vio asediado por mensajes y fotografías con tonos intimidatorios, así como llamadas procedentes del hijo de la alcaldesa de Canelas. Aparentemente esta no es la primera vez que este individuo se encuentra en el centro de acusaciones por comportamientos amenazantes.
Ante la gravedad de los hechos, Montenegro recurrió al mecanismo de protección de periodistas y personas defensoras de los Derechos Humanos, evidenciando así la vulnerabilidad a la que se enfrentan los profesionales de la información en su labor de fiscalizar el actuar público.
Este incidente no solo pone en relieve los riesgos inherentes al ejercicio del periodismo en regiones como Durango, sino que también subraya la importancia de sistemas de protección eficaces para aquellos que, con su trabajo, buscan transparentar la gestión pública y contribuir al fortalecimiento de la democracia.
El caso, aún abierto, es un recordatorio palpable de las tensiones que pueden surgir cuando el periodismo cumple con su función crítica, y de la urgencia de garantizar entornos seguros para el libre ejercicio de este oficio esencial. En Durango, como en muchas otras partes, el valor de la palabra y el compromiso con la verdad continúan siendo faros de esperanza en la búsqueda de una sociedad más justa y transparente.