Preocupación por gusano barrenador y su impacto ganadero
El gusano barrenador, una plaga que pone en riesgo la ganadería, ha despertado preocupación entre los productores de Durango y otras regiones del país. Este problema ha llegado hasta la atención de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien recibió la solicitud de apoyo de los ganaderos. Julio Verdegué Sacristán, secretario de Agricultura, informó que ya se han iniciado conversaciones con autoridades sanitarias de Estados Unidos, quienes se comprometieron a colaborar en la contención de esta amenaza.
La preocupación radica en la reciente detección del gusano barrenador en Guatemala. Este parásito, conocido por afectar severamente al ganado, podría cruzar la frontera si no se implementan controles estrictos. Desde 1991, México ha estado libre de esta plaga gracias a estrategias sanitarias preventivas, y el objetivo es mantener esta condición.
En Durango, el Gobierno estatal ya evalúa la activación de una Estación de Emergencia Sanitaria, una medida diseñada para responder rápidamente ante riesgos sanitarios como este. Las autoridades han destacado que la tecnología disponible actualmente permitiría enfrentar el problema de manera efectiva si el gusano barrenador ingresara al país. Sin embargo, el enfoque principal es la prevención, para evitar impactos negativos en la economía ganadera, un sector vital para la región.
El gusano barrenador no solo representa un peligro para el ganado, sino que su llegada podría generar pérdidas económicas significativas, tanto por los costos de tratamiento como por la posible disminución en la exportación de productos ganaderos. Por ello, las autoridades han señalado que trabajan en coordinación con los productores y especialistas para implementar medidas oportunas y evitar una crisis. La Ivermectina diluida al 1% es una cura que se descubrió, sin embargo el costo sería alto y el daño sería la no exportación de ganado. Algo que se ha convertido en una piedra angular de la economía de Durango.
Esta situación resalta la importancia de mantener la vigilancia sanitaria en el sector ganadero y la necesidad de colaboración internacional para evitar que esta amenaza afecte la estabilidad de la industria en México.