Las festividades decembrinas, aunque asociadas a la alegría y la convivencia, también pueden convertirse en un periodo crítico para la salud mental. Luis Naranjo, Presidente del Colegio de Psicólogos de Durango, señala que el consumo de alcohol, la emotividad de las fechas y la reducción de luz solar son factores que, en conjunto, pueden detonar estados de ánimo depresivos en muchas personas.
En Durango, el 2024 cerrará con un dato alarmante: 170 casos de autolesiones registradas, una cifra que marca un récord histórico en la entidad. Este incremento es una señal clara de que la salud mental se ha convertido en un problema prioritario, al que Naranjo describe como "una nueva pandemia" que está afectando profundamente a la población.
Entre las recomendaciones para afrontar este periodo, destaca la importancia del ejercicio físico regular y la exposición al sol, actividades que han demostrado tener un impacto positivo en la estabilidad emocional. Sin embargo, más allá de las acciones individuales, el psicólogo insiste en la necesidad de prestar atención a quienes nos rodean. Supervisar y estar atentos a cambios en el comportamiento de familiares y amigos es clave para detectar posibles señales de alarma.
La prevención del suicidio es un esfuerzo colectivo. Identificar síntomas como aislamiento, tristeza constante o comentarios negativos sobre la vida puede marcar la diferencia. Según Naranjo, el apoyo emocional, combinado con una intervención oportuna, puede salvar vidas.
En este contexto, las autoridades de salud y la sociedad en general deben trabajar de la mano para combatir este creciente problema. Campañas de concienciación, acceso a servicios de salud mental y redes de apoyo comunitarias son indispensables para mitigar el impacto de este fenómeno y evitar que más personas lleguen a situaciones críticas.
El mensaje es claro: cuidar nuestra salud mental y la de quienes nos rodean es fundamental, especialmente en fechas cargadas de emociones como las festividades decembrinas.