La relación comercial entre México y Estados Unidos enfrenta nuevos desafíos tras las declaraciones del próximo presidente estadounidense, Donald Trump, sobre la imposición de aranceles. Claudia Sheinbaum, presidenta electa, respondió públicamente, generando percepciones de confrontación que podrían afectar negativamente el comercio bilateral.
Mauricio Holguín, Consejero de CANACO en Durango, destaca que este contexto se suma al cierre de la frontera al ganado mexicano debido a la presencia del gusano barrenador, un problema que ya está generando pérdidas significativas en el sector agropecuario. Estas tensiones se presentan en un momento crítico para México, pues el bimestre final del año es decisivo para el comercio y la industria, especialmente con las festividades de fin de año a la vista.
"El escenario es preocupante. Los mercados ya han comenzado a reaccionar ante los dichos de Trump, y ahora enfrentamos una posible guerra de aranceles que podría impactar a exportadores e importadores en ambos países", señaló Holguín. Además, agregó que el tono de las declaraciones públicas entre líderes políticos no beneficia a nadie y puede complicar la ya delicada relación comercial entre ambos países.
Para México, Estados Unidos sigue siendo el principal socio comercial, y cualquier medida restrictiva afectaría tanto a grandes industrias como a pequeños comerciantes. En este contexto, el cierre de año que se esperaba positivo para el comercio podría complicarse, con efectos en sectores como la exportación de bienes manufacturados y la importación de insumos estratégicos.
La clave, según expertos, radica en evitar una guerra de declaraciones y mantener canales de negociación abiertos. "México necesita una estrategia firme pero diplomática para manejar estas tensiones. El comercio bilateral es vital para ambas economías, y no podemos permitir que estas fricciones deriven en una crisis mayor", concluyó Holguín.