La tradicional venta de pirotecnia ha disminuido considerablemente por los peligros que el uso de la misma representan; no obstante,un comerciante de fuegos artificiales manifestó que su intención no es lastimar a las personas con su mercancía.
Roberto, se dedica a la venta de pirotecnia durante la temporada decembrina, con la única intención de generar mayores ingresos económicos para su familia.
Dicha situación, se ha tornado difícil debido a la constante persecución de las autoridades y el enojo de algunos ciudadanos, por la contaminación auditiva y el mal uso que algunos duranguenses hacen de los famosos "cohetes"..
Sin embargo, el comerciante señaló que en su negocio no se vende a ningún menor de edad sin la supervisión de un adulto mayor. En ese sentido el buen o mal uso que le den a dichos fuegos pirotécnicos, dependerá de los padres de familia.