Ataques israelíes dejan 190 muertos en Líbano tras tregua
A pesar de que un acuerdo de alto el fuego entró en vigor en noviembre del año pasado, el Gobierno del Líbano denunció este jueves que al menos 190 personas han muerto y 485 han resultado heridas en ataques perpetrados por Israel en su territorio.
La cifra fue confirmada por el ministro de Información libanés, Paul Morcos, quien también acusó a Israel de violar el cese de hostilidades en al menos 2,740 ocasiones desde su firma el pasado 27 de noviembre de 2024.
En una rueda de prensa posterior a una reunión del Consejo de Ministros, Morcos aseguró que la situación en el sur del país sigue siendo crítica. Aunque no detalló si las víctimas eran civiles o combatientes, reportes recientes de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU estiman que al menos 73 civiles han muerto desde que entró en vigor el acuerdo, incluyendo al menos siete niños.
El ministro también reconoció que el Ejército libanés enfrenta serias dificultades para asumir el control de la seguridad en la región sur del país, como lo estipula el acuerdo. "Lograremos cumplir con nuestra misión, aunque enfrentamos limitaciones económicas y técnicas", afirmó Morcos, quien explicó que la presencia continua del ejército israelí y los bombardeos constantes dificultan el despliegue militar.
Una parte clave del acuerdo de paz implica que el grupo chií Hizbulá se retire del sur del Líbano, donde ha mantenido el control durante años. Sin embargo, Morcos señaló que el problema principal no es la colaboración de este grupo, sino la ocupación israelí y sus acciones militares continuas, además de la falta de recursos para operar con eficacia.
Israel, según el Gobierno libanés, todavía mantiene presencia en cinco zonas del sur, lo que contradice directamente lo pactado en el cese de hostilidades alcanzado tras más de un año de conflicto. Además, los ataques con drones y bombardeos no han cesado. Este mismo jueves, un dron israelí mató a una persona que viajaba en motocicleta en la localidad de Aitaroun, elevando a cuatro los muertos en las últimas 48 horas.
Mientras tanto, las autoridades libanesas se preparan para iniciar un diálogo con Hizbulá, con el objetivo de lograr su desarme. Este grupo es el único de gran escala que aún conserva armamento tras el fin de la guerra civil libanesa en 1990, lo que lo convierte en una pieza clave para la estabilidad del país.
La situación refleja la fragilidad del acuerdo de paz y la dificultad de poner fin a décadas de tensiones entre Israel, Hizbulá y el Estado libanés. Las cifras de víctimas siguen aumentando, y la región del sur continúa siendo un foco de violencia en medio de los esfuerzos por restablecer la paz.
