Cuando se organizan conciertos, festivales, partidos de fútbol, manifestaciones políticas o eventos religiosos que reúnen a miles de personas en un mismo lugar, se considera que estamos ante un evento masivo.
Según la Ley para la Celebración de Espectáculos Públicos en la Ciudad de México, se trata de cualquier evento con un aforo superior a 2,500 personas. Debido a la concentración de público, estos actos representan un riesgo potencial si no se planean con cuidado y responsabilidad.
Por ello, en México existen reglas claras para evitar tragedias. Estas normas están pensadas para garantizar la seguridad, integridad física y salud de quienes asisten, además de proteger el orden público.
La ley establece que los organizadores deben obtener permisos, contar con planes de protección civil, tener personal capacitado y ofrecer condiciones adecuadas para todos, especialmente para personas con discapacidad o adultos mayores. Sin embargo, también el público tiene un papel clave: informarse, seguir instrucciones y actuar con responsabilidad.
Lo que deben cumplir los organizadores de eventos masivos
De acuerdo con la legislación vigente, los organizadores de eventos masivos (también llamados titulares del espectáculo público) están obligados a cumplir una lista extensa de requisitos.
Uno de los más importantes es obtener un permiso de la ciudad, municipio o alcaldía donde se llevará a cabo el evento, el cual debe tramitarse con por lo menos 20 días hábiles de anticipación si el lugar no tiene licencia de espectáculos.
Además, deben entregar con anticipación el programa del espectáculo, tener a la vista el permiso durante el evento, y notificar cualquier cambio que ocurra en la programación. También deben respetar los horarios autorizados y las condiciones bajo las cuales se les dio el permiso.
Uno de los puntos clave es garantizar la seguridad del público y los participantes. Esto significa que deben contar con personal capacitado en protección civil, vigilancia, servicios médicos, camerinos, botiquín de primeros auxilios y un médico con cédula profesional vigente, cuya especialidad esté relacionada con el tipo de espectáculo.
También deben instalar sanitarios suficientes y en condiciones higiénicas, asegurar el acceso sin discriminación (salvo en casos de personas armadas, en estado de ebriedad o bajo el efecto de drogas), y permitir el acceso a precios populares para adultos mayores y personas con discapacidad.
Sin embargo, la Ley para la Celebración de Espectáculos Públicos en la Ciudad de México no establece un número fijo de policías o ambulancias. La cantidad de personal suele definirse según una evaluación de riesgos específica para cada caso, en coordinación con autoridades como la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y la Alcaldía correspondiente.
Por ejemplo, en el Festival Vive Latino 2025, que tuvo una asistencia aproximada de 85,000 personas por día, la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX (SSC) desplegó a 1,933 policías para cubrir cada día del evento, lo que representa cerca de un elemento por cada 44 asistentes.
Este operativo incluye vigilancia en accesos, filtros de seguridad, patrullajes, control de tránsito y acciones contra la reventa de boletos, lo que muestra cómo se adapta el número de efectivos a la magnitud y características del evento.
Medidas especiales en espacios que no fueron diseñados para eventos
Cuando el espectáculo se realiza en lugares no diseñados específicamente para ese tipo de eventos, como explanadas, plazas públicas o calles cerradas, las exigencias son aún mayores.
En estos casos, los organizadores deben cumplir con el Reglamento de Construcciones de la Ciudad de México y sus normas técnicas complementarias para estructuras temporales, como gradas, templetes o escenarios.
También deben demostrar que han implementado medidas especiales de seguridad y logística para mitigar riesgos, y obtener la autorización de aforo por parte de la Alcaldía. Además, deben seguir lo que indican la Ley de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil y la Ley de Establecimientos Mercantiles, así como sus respectivos reglamentos.
Si no cumplen con estos requisitos, las autoridades pueden realizar intervenciones para salvaguardar la seguridad, pero los gastos generados por dichas acciones correrán a cargo del organizador. Las sanciones por incumplimiento pueden incluir desde multas y clausura hasta la suspensión del evento o la revocación del permiso.
Aunque gran parte de la legislación detallada corresponde a la Ciudad de México, los principios de seguridad para eventos masivos se replican en otras ciudades del país. Cada estado tiene su propio reglamento, pero en general, las autoridades municipales o estatales exigen a los organizadores medidas similares.
Tu papel como participante: cómo cuidarte y colaborar con la seguridad
Aunque muchas de las responsabilidades recaen en los organizadores, la ley también establece un papel importante para quienes asisten.
Según la Ley para la Celebración de Espectáculos Públicos en la Ciudad de México, el organizador debe informar al inicio del evento sobre las medidas de seguridad, las salidas de emergencia, las zonas de menor riesgo y qué hacer en caso de emergencia. Por ello, como asistente, es fundamental que pongas atención a esta información.
Además, el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) ofrece una serie de recomendaciones prácticas para quienes asisten a eventos masivos. Estas incluyen:
Además, se debe evitar cualquier conducta que ponga en riesgo la seguridad propia o de otros. Las autoridades pueden negar el acceso a personas armadas, en estado inconveniente o que pretendan alterar el orden. Como asistente, también debes actuar con responsabilidad y contribuir a que el evento se desarrolle en paz.
¿Qué pasa si algo sale mal? Derechos del público y acciones de la autoridad
En caso de que el espectáculo no se realice como fue anunciado por causas atribuibles al organizador, éste está obligado a reembolsar el costo de las entradas.
También se debe evitar cualquier tipo de contacto físico entre los artistas o participantes y el público, así como cualquier conducta que atente contra la salud, la dignidad o la seguridad de los asistentes.
Las autoridades responsables de vigilar que todo se cumpla son principalmente la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil y las Alcaldías, quienes pueden realizar visitas de verificación antes, durante o después del evento. Tienen la facultad de sancionar o suspender cualquier espectáculo que no cumpla con las medidas exigidas por la ley.
Estas acciones buscan evitar tragedias como estampidas, colapsos de estructuras o incidentes violentos, y garantizar que todos los asistentes puedan disfrutar del evento de manera segura.
Asistir a un espectáculo masivo debe ser una experiencia positiva, sin poner en riesgo la vida ni la integridad de nadie. Para lograrlo, los organizadores deben cumplir con una larga lista de requisitos legales y de seguridad, y las autoridades deben vigilar que así sea. Pero como público, también tienes la responsabilidad de informarte, mantener la calma en todo momento y seguir las indicaciones del personal de seguridad.
Conocer las reglas y actuar con responsabilidad puede marcar la diferencia entre un evento exitoso y una tragedia. Así que la próxima vez que asistas a un concierto, partido o manifestación, recuerda: la seguridad empieza contigo.