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22 de Abril del 2025

Denuncia

Explosiones del 22 de abril en Guadalajara, los recuerdos permanecen.

Los recuerdos de las explosiones ocurridas un 22 de abril de 1992 en el Sector Reforma del municipio de Guadalajara permanecen en el corazón y en las cicatrices de los sobrevivientes.

Este martes se cumplen 33 años de la mayor catástrofe ocurrida en la ciudad. Fueron más de ocho kilómetros de calles devastadas a lo largo del Barrio de Analco, principalmente la calle Gante a su cruce con Nicolás Bravo y Calzada del Ejército.

"Nos encontramos en la fuente monumento Estela Contra El Olvido", en memoria de las miles de personas muertas, lesionadas y afectadas, en aquellas explosiones del 22 de abril de 1992, el saldo fue devastador, 210 muertes según las cifras oficiales, mil quinientos setenta edificios dañados, cien escuelas afectadas, y seiscientos autos con pérdida total, una fecha que sigue marcando y dejando huella en Guadalajara".

Ese día, Sonia abordó la ruta 333 que la llevaría a su trabajo, iba de Tlaquepaque al Centro de Guadalajara. Tenía 19 años, le tocó la guardia en un despacho de abogados siendo un miércoles de Pascua. En la calle Lagos y Fray Antonio de Segovia, en la colonia Atlas, la unidad fue proyectada por los aires por la explosión. "Íbamos como 15 personas paradas en ese camión, y lo que recuerdo es que no escuche nada, lo único que sentí fue un golpe muy muy fuerte en el piso, y ahí empecé a ver todo negro, perdí el conocimiento".

56 personas iban en esa unidad de transporte público fallecieron 45, ese día sólo sobrevivieron 11 personas, actualmente únicamente tres están con vida. Al ser rescatada, Sonia tenía su pie derecho doblado, a la altura del tobillo, salían 15 centímetros de su hueso, y su brazo izquierdo estaba luxado. Al día de hoy, vive con una discapacidad motriz. "Yo soy portadora de prótesis total de rodilla, tengo un daño crónico degenerativo en columna y cervicales, el brazo izquierdo está perdiendo funciones".

Después de casi una hora atrapada entre los escombros, Sonia finalmente fue liberada por un socorrista, la trasladaron a la Cruz Verde de Medrano, posteriormente a la clínica 14 donde la operaron de su pierna, estando internada fue cuando recobró el conocimiento pidió a una enfermera que le ayudara a buscar a su familia, sus 8 hermanos, a su padre y su madre, que ya la buscaban "Mis padres volvieron a saber de mí alrededor de las 11 de la noche de ese día".

Días previos, vecinos alertaron que desde las alcantarillas emanaba un fuerte olor a gasolina. En ese entonces el presidente municipal de Guadalajara, Enrique Dau Flores, dispuso que no era necesaria la evacuación de los habitantes de la zona. Las autoridades insistieron en que todo estaba bajo control. "No fue algo sencillo que vivimos los que vivimos dentro de la zanja, merecemos justicia y no se nos ha hecho justicia a pesar de 33 años", agregó. 

Aproximadamente a las 10:06 de la mañana, en la esquina de la Calzada Independencia y Aldama, ocurrió el primer estallido. Las calles de esa colonia y otras aledañas se abrieron en un instante. Las siguientes explosiones se dieron en González Gallo, 5 de Febrero, Río Bravo y Río Nilo.

A la fecha hay cifras extraoficiales que afirman que hubo 700 decesos y que al menos hubo 69 personas reportadas como desaparecidas. Hoy sabemos que las explosiones se debieron al derrame de gasolina del poliducto Salamanca-Guadalajara en la colonia Álamo Industrial. El flujo de gasolina llegó al colector de aguas residuales en el que se acumularon vapores inflamables, pero no pudieron dispersarse debido a las obras de construcción de un sifón por debajo de la Calzada Independencia. Eso provocó un sello hidráulico y posteriormente la gasolina encontró un punto de ignición iniciando la serie de explosiones.

"Yo creo que esa tragedia no tiene comparación con nada". Para Sonia, recordar el 22 de abril es seguir pidiendo la justicia, ante la peor tragedia civil en la historia de Guadalajara.





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