Convertida en una de las tradiciones más importantes de Tlaquepaque y todo México, la Judea de San Martín de las Flores, que este año celebra su edición 231 es una de las representaciones en donde cientos de familias asisten para presenciar de la escenificación de la Pasión y Muerte de Jesucristo en Semana Santa.
Miguel Iván Alejo Bareño, ha dedicado 20 años de su vida a representar este personaje, 10 años consecutivos en la Judea de San Martín de las Flores. Tiene 33 años de edad, estudió la licenciatura en artes plásticas.
"Nadie somos dignos de representar este personaje, sin embargo, yo lo hago con muchísimo cariño, una vez que lo haces por primera vez siento como un apostolado, siento que Dios me tomó de las manos y yo decidí estar y seguir", dijo.
Para poder desarrollar su personaje Iván mantiene una preparación que conlleva todo el año en muchos aspectos. "Yo en lo personal me preparo y procuro mucho la condición física, me preparo yendo a correr, empezamos con media hora, 40 minutos, una hora, o una hora y media y ahorita en mi recta final estoy corriendo a las 3 de la tarde para aclimatarme al calor que me espera ese día".
La espiritualidad juega un papel fundamental para lograr su interpretación, Iván asegura que no se trata de un simple papel o cualquier personaje, por se mantiene en oración que le prepara la mente y el corazón.
"Estar siempre enfocado íntimamente ligado a la oración que es al final de cuentas lo que me da fuerzas, porque definitivamente yo no podría con tanto si no es por la ayuda de mi padre eterno que me da fuerzas, al final de cuentas yo solamente soy un instrumento", agregó.
Otro de los personajes trascendentales es la Virgen María, representada por Mayra Casillas Arellano, es educadora de nivel preescolar, desde sus 13 años ha participado en la Judea, en los últimos siete años interpreta a la madre de Jesús.
Para Mayra, el participar en esta escenificación bíblica está arraigado no solo a su historia familiar, sino que también la mueve la fe y su vivencia espiritual, ya que, desde niña, se sintió atraída por la Judea, porque veía a su abuelo y tíos participando, creció en un ambiente arraigado a la fe.
"Mi familia muy contenta, me apoya principalmente, cuando estamos en el evento me llenan de todo su cariño, de todos sus apapachos, su amor de decir, hermana estamos contigo con todo".
Iván y Mayra coinciden en que seguirán interpretando sus personajes hasta que Dios se los permita.
La Judea de San Martín de las Flores en San Pedro Tlaquepaque, es considerada patrimonio cultural intangible de ese municipio, busca este año superar la visita de 200 mil personas. Con más de 200 actores que continúan ensayando todos los días y un recorrido de más de 2 kilómetros, se escenificará una vez más la pasión, muerte y crucifixión de Jesús.