Después de dos años marcados por una severa sequía en Jalisco, las condiciones climatológicas muestran señales alentadoras de recuperación. De acuerdo con especialistas, 2025 se perfila como un año con lluvias dentro de los parámetros normales, impulsado por el debilitamiento del fenómeno de La Niña en el océano Pacífico.
A diferencia de lo ocurrido en 2023 y 2024, cuando Jalisco enfrentó un escenario crítico por la falta de agua, el panorama actual es más favorable. Por ejemplo, al 31 de marzo de 2023 se reportaban 54 municipios con sequía moderada y 71 con sequía severa. En 2024, la situación fue aún más grave: 49 municipios se encontraban anormalmente secos, 28 con sequía moderada, 22 con sequía severa y seis en sequía extrema. Para este año, 59 municipios están clasificados como anormalmente secos y solo 10 presentan sequía moderada. El 2024 fue, en este contexto, el año más crítico en materia de sequía desde 2002.
Actualmente, las aguas del Pacífico central oriental muestran temperaturas por debajo de la media, lo que indica un proceso de enfriamiento. Se prevé que La Niña desaparezca por completo hacia finales de abril o inicios de mayo, dando paso a un año con condiciones climáticas neutras. Esto propiciaría un comportamiento más estable del clima y un temporal de lluvias más cercano a los promedios históricos.
Según los pronósticos, las lluvias podrían iniciar puntualmente durante la segunda semana de junio y superar los registros habituales en algunas regiones del estado, con un incremento estimado de entre 50 y 100 milímetros respecto al promedio.
Uno de los beneficiarios directos de este posible repunte pluvial es el lago de Chapala, el cuerpo de agua más grande de México y fuente clave de abastecimiento para el estado. Se estima que podría recibir hasta 1,200 milímetros de lluvia durante la temporada. De cumplirse esta proyección, el nivel del lago podría elevarse hasta un 65% de su capacidad al cierre del temporal. Aunque la meta establecida por autoridades ambientales es del 75%, este avance representa un paso importante hacia la estabilización de la cuenca Lerma-Santiago-Chapala.
"La Niña cada vez se va, se ha ido debilitando más, de tal forma que en el periodo de abril a junio hay un 70% de probabilidad de condiciones neutrales, esto nos va a ayudar a favorecer la aportación de lluvias a buena parte del país, no a todo el país, pero al menos en nuestra región se prevé que vamos a tener un buen temporal, no sabemos todavía si es igual de bueno que el del año pasado, pero por lo menos no vamos a tener tanto problema con las precipitaciones", expresó Carlos Ornelas, académico e investigador de la Universidad Panamericana
Actualmente, el 49.3% del territorio jalisciense no presenta afectaciones por la sequía, un dato que contrasta con el del año pasado, cuando solo el 8% del estado estaba libre de los efectos del estiaje.
Las presas de Jalisco también muestran una mejoría. Al 11 de abril de 2024, el almacenamiento promedio era del 56%, mientras que en la misma fecha de 2025 es del 60%. En el sistema que abastece a la Zona Metropolitana de Guadalajara, la presa Calderón pasó de 26% a 71%; La Red, de 40% a 82%; y aunque El Salto muestra un descenso, al pasar de 83% a 60%, el balance general es positivo. Por su parte, el lago de Chapala, que el año pasado se encontraba al 41%, hoy alcanza el 51%.
El panorama, aunque aún lejos de condiciones ideales, representa un respiro para el estado, cuyas actividades agrícolas, industriales y de consumo doméstico dependen en gran medida de la estabilidad hídrica. Las autoridades y especialistas se mantienen atentos a la evolución del clima en las próximas semanas, clave para confirmar las expectativas del temporal.