Ciudad Obregón, Son.- Él es Antonis Macías, un joven apasionado por el béisbol como todo un buen cajemense. Entrenó y entrenó, y ahora forma parte del equipo de los Rangers de Texas.
A veces nuestra vocación llega inesperadamente. Así le ocurrió a Antonis Macías. Un día, a sus 4 años de edad, acompañó a su papá a un juego de béisbol en el Tomás Oroz Gaytán. En ese momento, supo que a eso se dedicaría.
"El ambiente que se vive en el estadio, los aficionados gritando, la música, todo te divierte.", declaró Antonis Macías.
A pesar de sus esfuerzos a veces la vida le hizo dudar. Antonis cuenta que a sus 10 años lo dejaron fuera de una selección. Es su padre quien siempre lo a motivado a dar más de sí.
"Le pregunté a mi papá ¿por qué me dejaron fuera? Nomás él me dijo vamos a seguir trabajando hasta que no les quede duda de que seas tan bueno que te tengan que agarrar.", relató.
Su entrenamiento le ayudó a formar parte de los Diablos Rojos de México, cuando él tenía apenas 14 años. Entró a la academia en Oaxaca. Ahí unas personas lo estuvieron evaluando; se trataban de representantes de los Rangers de Texas. Antonis nunca imaginó que se uniría a este equipo internacional.
"El año pasado yo no pensaba que iba a llegar hasta aquí. Estaba pichando, no me estaba yendo bien, y pensé que ya me iban a correr y me iban a mandar a mi casa."
Pero no lo corrieron, cumplió su sueño. Y está esperando que le den la VISA para irse a la academia de la República Dominicana.
"Si tienen un sueño, hagan lo posible para lograrlo y sean muy pacientes. Si trabajas y no ves resultados en un instante, sigue trabajando y va a llegar un momento en que va a explotar todo eso."