Se pudieran escribir varios artículos o libros de la lucha libre, este es un fenómeno que sigue causando para muchos, emociones y para otros es sólo un espectáculo más. La lucha libre es como hablar una parte de la cultura mexicana, va más allá de un símbolo nacional, para algunos es considerado el segundo deporte más popular en México después del fútbol. Y como todo también tiene su historia que se remonta desde 1840, en las plazas públicas, teatros, o las plazas de toros se realizaban estos eventos que provenían de Europa, pero en aquel tiempo era más como lucha grecorromana o jiu jitsu o lo que le llamaban lucha olímpica. Con el tiempo eso se fue trasformando y adaptando de alguna manera a las inquietudes de una sociedad mexicana que estaba en pleno desarrollo y un crecimiento exponencial. Fue hasta la década de los 30 cuando esto cambio y tomó otro giro diferente, el mexicano Salvador Lutteroth vio la oportunidad de realizar combates entre dos bandos conocidos como los rudos y los técnicos. La visión de este promotor que tuvo en aquellos años el control tanto del box como de la lucha libre, se vio reflejada en la popularidad que alcanzó esta disciplina en los años 40. Fundó el Consejo Mundial de Lucha Libre y de ahí surgieron los primeros luchadores y fue hasta la década de los 50 cuando este deporte nacional tuvo su mejor época, imposible no mencionar al Santo, Blue Demon, Mil Máscaras entre otros famosos, que además con la proyección de la televisión y el cine se incrementaron los seguidores y tanto fue la demanda que se construyó un recinto especial conocida como la Arena Coliseo. Esto se expandió llegando a varios lugares de la Republica, en esta frontera también y tiene su propia historia. En la época actual la lucha ha evolucionado, pero también tiene sus detractores, hay nuevos personajes que han surgido de varias formas y la de "Anarky" un luchador nogalense es algo peculiar.
En el caso de "Anarky" ya tenía los fundamentos de la lucha grecorromana y boxeo ya que había participado en eventos de la escuela, pero le faltaba un nombre, un personaje y salió de una película. Nogales también tuvo su época dorada en los 70 y 80, y actualmente parece que esta nueva generación dejará un legado importante.