Migrantes detenidos en EUA murieron por negligencia médica
Los deficientes cuidados médicos han contribuido en al menos ocho muertes de migrantes ocurridas en los últimos 16 meses en centros de detención en Estados Unidos, entre las que destacan decesos de dos mexicanos, según un informe difundido este miércoles.
Elaborado por una coalición de grupos civiles, el reporte indicó que análisis hechos por expertos médicos independientes muestran que una atención médica inadecuada contribuyó o condujo a la muerte de ocho de las 15 personas reportadas como fallecidas por la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE).
Titulado "Código rojo: las consecuencias letales de la atención médica peligrosamente inadecuada en la detención de inmigrantes", el documento resaltó que los doctores que llevaron a cabo el análisis también encontraron evidencia de prácticas médicas precarias en todas las demás evaluaciones menos en una.
"ICE ha demostrado ser incapaz o no estar dispuesto a proporcionar de manera adecuada la atención médica y la seguridad de las personas a las que detiene", opinó Clara Long, investigadora del programa de Estados Unidos del organismo civil Human Rights Watch (HRW).
Añadió que "los esfuerzos del gobierno de (el presidente Donald) Trump para expandir drásticamente el sistema de detención de inmigrantes ya saturado sólo pondrá en riesgo a más personas".
Doce personas murieron en detención migratoria en el año fiscal 2017, más que en cualquier año desde 2009. Desde marzo de 2010, 74 personas han muerto en detención migratoria, pero el ICE sólo ha publicado informes de defunción completos o parciales para 52 de los casos.
Los mexicanos que perdieron la vida por una deficiente atención médica fueron Rafael Bárcenas Padilla, de 51 años de edad y fallecido en un centro de detención del estado de Nuevo México, y Sergio Alonso López, de 55 años, quien murió detenido en California.
Desde 2009, la atención médica deficiente ha contribuido a la muerte de al menos 12 mexicanos en centros de detención en Estados Unidos, de acuerdo con el documento.
Bárcenas Padilla había tenido síntomas de resfriado durante seis días en el centro de procesamiento del condado de Otero, en Nuevo México, cuando su fiebre superó los 40 grados centígrados y las enfermeras registraron niveles peligrosamente bajos de saturación de oxígeno en su sangre.
Un médico, consultado por teléfono, recetó un medicamento para las infecciones de las vías respiratorias superiores. El centro de detención del ICE no tenía el nebulizador necesario para administrar uno de los medicamentos, por lo que no lo recibió.
Asimismo, médicos registraron lecturas de oxígeno peligrosamente bajas que deberían haber provocado su hospitalización. Tres días después, lo enviaron al hospital, donde Bárcenas Padilla murió de bronconeumonía el 7 de abril de 2016, apuntó el informe.
"Los centros de detención de inmigrantes son lugares donde la vida corre peligro y la gente muere", afirmó Silky Shah, directora ejecutiva de Detention Watch Network, otro grupo civil que contribuyó para el informe.
Shah añadió que "la cifra de muertes acumuladas por el ICE es inaceptable y pone en evidencia que no se puede confiar en que cuiden a los inmigrantes bajo su custodia".
En el año fiscal 2017, el ICE tenía en custodia un promedio diario de casi 40 mil 500 personas, un aumento de casi el 500 por ciento respecto a 1994.
El gobierno de Trump ha solicitado al Congreso que destine dos mil 800 millones de dólares para el año fiscal 2019 para encerrar a un promedio diario de 52 mil inmigrantes en instalaciones de detención migratoria, una cifra récord que representaría una expansión del 30 por ciento frente al año fiscal 2017.
"En la medida en que el Congreso continúe financiando este sistema, es cómplice de sus abusos", aseguró Heidi Altman, directora de políticas del Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes.
Por su parte, Victoria López, abogada de la Unión para las Libertades Civiles de Estados Unidos (ACLU), señaló que el ICE pone en peligro la salud y la vida de miles de personas al no brindar atención médica adecuada a las personas que detiene durante semanas, meses e incluso años.