Centenares de agentes de la Policía Federal se manifestaron este miércoles en la Ciudad de México en contra de la Guardia Nacional, un nuevo cuerpo de seguridad impulsado por el Ejecutivo mexicano que inició recientemente sus operaciones. La protesta se llevó a cabo en las instalaciones del Centro de Mando de la Policía Federal, ubicado en la alcaldía de Iztapalapa, en el oriente de la capital. Exaltados, a golpes y empujones, los elementos de la policía lanzaron botellas y todo tipo de objetos contra el cuartel y contra un grupo militar que trató de calmar los ánimos.
"Estamos aquí para dialogar", declaró a duras penas a los medios mientras era escoltada por policías Trujillo, uno de los altos mandos de la nueva Guardia Nacional. Tras unos caóticos minutos, Trujillo pudo hablar a los policías y dijo que viene "en plan de diálogo" para escuchar a "compañeros y compañeras". "He recorrido toda la República mexicana, he escuchado a mis compañeros y compañeras, necesito 5 representantes para hablar por favor, mi misión es escucharlos, escucharlas. Necesito que ustedes nombren a 5 compañeros y compañeras para poder hablar", apuntó, sin que, en principio, haya tenido éxito su petición. Los policías en protesta reclaman que, de tener que incorporarse a la Guardia -compuesta por militares, policías y marinos- podría desaparecer un bono mensual del que gozan los agentes.
Aseguran también que con la llegada del nuevo Gobierno, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, sus derechos laborales se han visto reducidos. Las protestas no cesarán, aseguran, hasta que haga acto de presencia el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno federal, Alfonso Durazo. López Obrador se ha manifestado al respecto en su comparecencia matutina de este miércoles asegurando que "no se va a despedir a nadie" del personal de la Policía Federal y que la incorporación a la Guardia Nacional no es obligatoria. "Van a mantener el mismo sueldo y prestaciones", aseguró para después señalar que la incorporación a la Guardia Nacional "es voluntaria". "Si reúnen los requisitos pueden pertenecer a la Guardia Nacional, y si no, de todas manera no van a ser despedidos porque hay otras tareas que se van a seguir llevando a cabo desde la secretaría", zanjó.
La Guardia Nacional, el nuevo cuerpo con el que el Gobierno de México quiere hacer frente al grave problema de inseguridad del país, empezó formalmente operaciones este 30 de junio pese a que miles de sus miembros ya actuaban desde hacía varios días en funciones de control migratorio. El despliegue empezó oficialmente en todo el país con 70.000 agentes, para crecer gradualmente hasta alcanzar los 150.000 efectivos. El miércoles, autoridades militares y civiles hicieron la presentación oficial de la Guardia Nacional en el estado de Guerrero, en el sur de México, una de las regiones más violentas del país, y en otras regiones como Jalisco. En Guerrero serán desplegados de manera inicial 3.400 efectivos de la Guardia Nacional, quienes ya se han comenzado a trasladar a los municipios de Chilpancingo, Tlapa, Ciudad Altamirano y Ayutla.