Ex internos recuerdan castigos que vivieron en Casa Hogar

Les llamaremos Ana y Juan, dos hermanitos que en varias ocasiones intentaron escapar de la casa Hogar Amor, Agua y Más, hoy ya se encuentran con su abuela, pero lo que sucedió en el lugar los dejará marcados de por vida: "al querer escapar por el segundo piso el custodio me agarró del cuello, al día siguiente no fui a la escuela porque tenía marcas, dolor y escupía sangre" recuerdan los menores..

"Era un criminólogo que estaba ahí, me tapo la pasada y yo quería salirme de ahí, me agarró del cuello y me lo apretó, y le dije "me está ahorcando, suélteme" ya cuando no pude respirar, fue cuando me soltó. Al siguiente día no fui a la escuela porque me amaneció hinchado lo de aquí," Señaló la pequeña ex interna de Amor, Agua y Más.

"A mi me hacían tomar vinagre en lugar de agua", "me sacaban a dormir al patio en tiempo de frío" Recuerda el pequeño, cualquier travesura inocente de cualquier niño o niña era motivo para mantenerlos castigados, sin comer y durmiendo en el piso, además de los golpes, llamados "ajustes".

"Nos dejaban dormir ahí sentados afuera castigados, tiempo de frío o de calor. Los ajustes son cintarazos, son tres, con un cinto... tú que te pegaron a ti... un cinto mojado o chanclas de cuero. Le tocó el que tomara vinagre, por cualquier cosa que se portaran mal, hacían fila y nos daban vinagre, la hermana Malena, ella era la que le daba vinagre." Indicaron.

De acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en México se encuentran más de 35 mil menores internados en las 890 casas hogares, albergues y refugios tanto públicos como privados. Sin embargo la mayoría carece de supervisión, tal es el caso, de la Casa Hogar Amor, Agua y Más, ubicada en el Puerto de Guaymas.

Las casas hogares son espacios donde regularmente llegan niños vulnerados, agredidos, es ahí donde se debe de garantizar el respeto a los derechos de todos los niños y niñas, qué son: la protección de vida e intimidad, a la salud, deporte y un ambiente sano, a no sufrir humillaciones, ni abusos, a que se respete su honor y se proteja su imagen. 

Sin embargo estos son violados por diversas situaciones entre las qué se encuentra: el ciberacoso, maltrato y castigo físico, la violencia doméstica, acoso escolar, matrimonio infantil, embarazo prematuro y la desigualdad de genero, entre otras. 

Hoy los dos pequeños ya se encuentran protegidos con su abuela, quien vela por ellos y trabaja para darles una vida llena de amor y felicidad, esperando que las heridas causadas por las personas que han pasado por sus vidas sanen y sean olvidadas