Este martes 26 de noviembre de 2024, el peso mexicano inició la jornada con una depreciación del 0.9 % frente al dólar, cotizando en 20.46 pesos por unidad, según datos de Bloomberg.
Esta pérdida, equivalente a 18 centavos respecto al cierre previo, refleja el impacto inmediato del anuncio de Donald Trump sobre la implementación de un arancel del 25 % a productos provenientes de México y Canadá.
El lunes por la tarde, tras las declaraciones del presidente electo de Estados Unidos, el tipo de cambio alcanzó niveles superiores a los 20.70 pesos por dólar. El anuncio generó preocupación en los mercados, ya que los aranceles podrían significar prácticamente el fin del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), lo que pondría en grave riesgo la estabilidad económica de la región.
Durante la madrugada, el peso enfrentó una sesión de alta volatilidad. Analistas señalaron que la incertidumbre por las implicaciones de estos aranceles, especialmente en sectores clave como el automotriz y el manufacturero, podría llevar a la economía mexicana a una recesión si no se alcanzan acuerdos para mitigar los impactos.
En los bancos mexicanos, el tipo de cambio varió ligeramente. Por ejemplo, Citibanamex registró la venta del dólar en 20.80 pesos, el nivel más alto del día, mientras que Banco Azteca y Banorte lo ofrecieron en 20.75 pesos. En contraste, Scotiabank presentó el precio de compra más bajo en 17.00 pesos, reflejando las discrepancias entre instituciones.
La decisión de Trump de firmar esta medida como una de sus primeras acciones ejecutivas busca presionar a sus socioscomerciales para abordar temas como la migración y el tráfico de drogas. Sin embargo, esta postura ha generado alarma en los mercados internacionales y entre economistas, quienes advierten que los aranceles afectarían negativamente tanto a México como a Estados Unidos.
Además de la depreciación del peso, los analistas prevén que esta tensión comercial podría elevar la inflación en México debido al encarecimiento de productos importados y generar incertidumbre en el ámbito de las inversiones extranjeras. En este contexto, el gobierno mexicano trabaja en estrategias para defender la vigencia del T-MEC y mantener la estabilidad económica del país.
Mientras tanto, los consumidores y empresas mexicanas deberán estar atentos a la evolución del tipo de cambio y los posibles ajustes en los precios de bienes y servicios, derivados de esta nueva dinámica comercial.