En la segunda quincena de noviembre, varios productos han experimentado un notable aumento en su costo, lo que ha impactado el presupuesto de los consumidores. Entre los productos más afectados se encuentran alimentos, energía y servicios, los cuales han registrado incrementos significativos debido a diversos factores económicos.
Uno de los productos que ha visto un alza considerable es la electricidad, que ha registrado un aumento de hasta el 22.27%. Este incremento en las tarifas se debe a ajustes regulatorios y al aumento en los costos de generación y distribución de energía, lo cual afecta principalmente a los hogares, que ven un aumento en sus facturas al llegar la temporada de mayor consumo energético.
La papaya, una de las frutas más populares en la temporada, también ha tenido un aumento de 15.83%. Este incremento está relacionado con la escasez de la fruta en algunas regiones debido a factores climáticos y a los elevados costos de transporte y distribución, que impactan directamente en los precios de los mercados.
Estos aumentos son parte de una tendencia inflacionaria que afecta diversos sectores de la economía, lo que obliga a los consumidores a ajustar su presupuesto y a buscar alternativas más económicas. La medición de estos incrementos se realiza a través de índices de precios al consumidor (IPC), los cuales permiten monitorear y analizar el impacto de estos aumentos en el poder adquisitivo de la población.