Roscas de la Rosa, compromiso por conservar tradiciones

Horas de fermentación, agua de rosas, paciencia y amor es lo que hacen especiales a las roscas tradicionales de la primera panadería en venderlas en Guaymas en los años 50.

Don Rodolfo Ramírez trajo desde el sur del país las recetas del mejor pan que heredó de su familia y compartió con su hijo Martín quien se quedó con el negocio familiar y año con año cumple con mantener el legado de la rosca de Reyes, un pan único elaborado con los mejores ingredientes. 

A cinco ciudades de Estados Unidos, Costa Rica y hasta Hawaii ha llegado la tradición de la Panadería la Rosa, quienes visitan Guaymas por la época decembrina no se van sin llevarse un trozo de cielo en forma de pan dulce, cubierto de ate, piña, ciruelas, higos y cerezas. 

Con la higiene que requiere la elaboración de alimentos y las medidas de seguridad que ahora obligan a todo comerciante, estas roscas tienen pasión y amor por el arte de la panadería, dejando de lado el sabor de pan industrializado, este un placer que solo se disfruta una vez al año y por eso requiere de especial atención y degustar sin prisa.