El Día Mundial de las Aves Migratorias se celebra cada año en mayo y en octubre, coincidiendo con las dos grandes migraciones de aves en el mundo.
Por tanto nos encontramos ante una celebración, el Día Mundial de las Aves Migratorias que se celebra dos veces al año, una el segundo sábado de mayo, y otra el segundo sábado de octubre, coincidiendo con las dos grandes migraciones.
Debido a la estrecha relación existente entre estas dos celebraciones, en el 2018 la ONU decidió celebrarlas de forma conjunta por medio de una única campaña anual.
Desde el año 2018 se unieron las dos grandes campañas que entonces existían para proteger a las aves migratorias: el Día Internacional de las Aves Migratorias y el Día Mundial de las Aves Migratorias, el primero de ellos dirigido por Environment for the Americas (EFTA), y el segundo por el Acuerdo sobre la conservación de las aves acuáticas migratorias de África y Eurasia (AEWA) y la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres (CMS).
A partir de 2018, la nueva campaña conjunta adopta el nombre único de Día Mundial de las Aves Migratorias.
Muchas especies de aves en todo el mundo corren el riesgo de extinguirse. Podemos ver con preocupación como un gran número de ellas desaparecen anualmente, lo cual representa un grave peligro para el equilibrio ecológico del planeta Tierra.
En este sentido, resulta esencial el cuidado, protección y preservación de todas estas especies, sí los seres humanos desean continuar disfrutando de la vida tal cual y la conocemos hasta ahora.
El tema de la campaña para 2022 se centra en la contaminación lumínica. El slogan es "Noches oscuras, migraciones seguras".
La luz artificial está aumentando a nivel mundial, al menos un 2% cada año y esto afecta significativamente a las aves migratorias, ya que provoca desorientación cuando vuelan de noche, sus relojes internos se desconfiguran, colisionan con edificios y otros problemas relacionados. Las migraciones de larga distancia se ven afectadas.