- Por las aduanas cruzan drogas, armas, medicamentos sin registro, piratería
- El contrabando de mercancías requiere colusión de muchas personas
Por: Abel Martínez (@AbelMartinezMX)
Alejandro Gertz Manero, fiscal general de la República de México, declaró, "toda la documentación aduanal está falseada. Ya se iniciaron las acciones contra las agencias aduanales y contra los funcionarios que hubieran permitido que bajara ese diésel".
La entrada ilícita de 10 millones de litros de diésel por el puerto de Tampico, Tamaulipas, es una prueba irrefutable de la monstruosa corrupción que se registra en las aduanas, por donde también cruzan drogas, armas, medicamentos sin registro, piratería y hasta animales protegidos.
Joaquín Aguirre, vicepresidente de la Comisión de Aduanas de International Chamber of Commerce México (ICC MÉXICO), señala, "el saber con exactitud la magnitud es un poco complejo".
Es contrabando, se falsifican documentos, ocultan productos prohibidos y evaden impuestos.
Un gran ejemplo es el buque de diésel, en los archivos declararon que transportaba lubricantes, por lo que no pagaron 70 millones de pesos por el impuesto sobre la producción, el "IEPS".
David Saucedo, especialista en seguridad pública, consultor en programas de gobierno y estratega electoral, explica, "en el caso de México, porque tenemos un régimen impositivo que grava la comercialización de combustible es que se convierte en un delito, pero si no existiera ese impuesto sería una transacción completamente legal".
Para entender dónde ocurre la corrupción, es importante conocer cómo se importan los productos.
Una empresa en México compra en el extranjero y contrata a uno de los 861 agentes autorizados, quien en la aduana, a donde llegó la mercancía por barco o avión, la revisa, junto con facturas y documentos.
Si no encuentra irregularidades, clasifica los productos, paga impuestos y solicita al SAT liberarlos.
El SAT pasa la solicitud por un sistema conocido como "semáforo fiscal", que revisa los datos y si no encuentra irregularidades activa la luz verde y libera la mercancía, pero si considera que hay algún riesgo activa el color rojo y la mercancía debe revisarse.
Contrabandear combustible, drogas, armas y otros objetos prohibidos requiere de colusión entre alguna de las partes.
Para José Ignacio Martínez Cortés, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios de la UNAM, "el contrabando aduanero se da por la unión de tres figuras: el agente aduanal, el funcionario de la administración pública federal y el empresario".
Lo insólito es que los agentes aduanales, no revisan la gran mayoría de productos, y el SAT con su semáforo rojo sólo revisa una décima parte de todo lo que entra al país.
Gloria Rocío Estrada Antón, presidenta de la Comisión de Comercio Exterior y Aduanas del Colegio de Contadores Públicos de México, indica que "de todo el volumen de operaciones que se llegan a presentar sólo un 10%, un 11%, obtienen como resultado al activar el mecanismo un reconocimiento aduanero que debe llevarse a cabo por nuestras autoridades".
Las aduanas son cuna de la corrupción, detrás del contrabando están diversos grupos del crimen organizado y estos delitos representan hasta 10% del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
Antonio de la Rosa, licenciado en comercio, trabajador en la Agencia Aduanal de la Rosa, expone, "quien hace esas prácticas pues ya lo tiene bien hablado. Obviamente la autoridad, a su manera lo está intentando controlar, cada sexenio que entran intenta implementar nuevas cosas pero la gente es abusada".