En los últimos 20 años, el número de mujeres asesinadas en México ha aumentado en un alarmante 127 %, según un informe publicado por la organización Data Cívica este lunes, con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.
El documento denuncia el grave incremento en los homicidios de mujeres, sin especificar causas, pero señala que los feminicidios (asesinatos por razones de género) también han crecido un 34 % en ese mismo período. Actualmente, la tasa de feminicidios en el país es de 1,38 por cada 100,000 mujeres.
El informe destaca que el creciente número de asesinatos de mujeres se ha convertido en una de las formas más visibles de violencia de género en México. Data Cívica subraya la necesidad urgente de que el próximo gobierno de Claudia Sheinbaum, en su nuevo sexenio, utilice evidencia sólida para abordar la violencia de género y aplicar medidas preventivas. La organización propone un compendio de claves que permiten entender diversas formas de violencia, tanto letales como no letales, que afectan a las mujeres en el país.
Un aspecto particularmente alarmante es el aumento de mujeres asesinadas por armas de fuego. En 2013, el 42.8 % de los asesinatos de mujeres fueron cometidos con armas de fuego; para 2023, esta cifra había subido al 61.3 %. Este aumento es más del doble en comparación con el de los hombres, y la violencia armada contra mujeres ocurre de manera más frecuente en la vía pública, lo que evidencia una escalada en la brutalidad de los ataques.
Las mujeres indígenas enfrentan una situación aún más crítica. De acuerdo con el informe, una de cada cinco mujeres indígenas ha sufrido violencia física en su relación de pareja más reciente, y reportan las tasas más altas de violencia sexual, económica y psicológica. Además, enfrentan una mayor estigmatización, violencia institucional y aislamiento social, especialmente en el contexto de la maternidad.
Las mujeres migrantes también viven una realidad difícil, con un 22.6 % de ellas reportando la falta de redes de apoyo para cuidar a sus hijos en situaciones de emergencia.
La violencia obstétrica es otra de las problemáticas graves que enfrentan las mujeres, especialmente las indígenas y migrantes. El informe revela que las mujeres indígenas tienen una tasa más alta de presiones para ser esterilizadas, con un 13.7 % en comparación con el 9.5 % de las mujeres no migrantes ni indígenas. Este tipo de violencia agrava aún más la marginación y la vulnerabilidad de estas mujeres.
Por otro lado, el informe señala una preocupación creciente respecto a las mujeres privadas de su libertad. Un 29 % de ellas se declara culpable de un delito bajo presión o amenazas, y un 61,3 % no recibe información sobre sus derechos al momento de la detención. Estas cifras son significativamente más altas que las de los hombres detenidos, lo que refleja las desigualdades dentro del sistema de justicia penal.
En cuanto a las desapariciones, aunque el número de personas desaparecidas ha aumentado para ambos géneros, el incremento más alarmante se ha dado entre las mujeres adolescentes. Además, en el ámbito político, las mujeres son más vulnerables a la violencia psicológica y sexual, mientras que los hombres son más propensos a sufrir violencia física extrema. Esto resalta las diferentes formas de violencia que afectan a cada género y la necesidad urgente de medidas preventivas y correctivas por parte del gobierno.
Data Cívica concluye que es esencial comprender los patrones de victimización distintos que existen entre los feminicidios, los asesinatos de mujeres indígenas y otros grupos minoritarios, y otros tipos de agresión. La organización hace un llamado al gobierno para implementar políticas efectivas de prevención y erradicación de la violencia de género, a fin de garantizar la seguridad y el respeto a los derechos humanos de todas las mujeres en México.