Si el nuevo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, cumple su amenaza de imponer un arancel de 25% a México y Canadá, las repercusiones para la economía de ambos países serían severas, pero con un impacto especialmente fuerte para la economía estadounidense, según el secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard
Ebrard, advirtió que este tipo de medidas afectaría principalmente a las grandes empresas automotrices estadounidenses instaladas en México, como General Motors, Ford y Stellantis. Estas empresas, que son pilares del sector automotriz y de autopartes, se verían directamente afectadas por los nuevos impuestos, los cuales podrían duplicar el impuesto sobre las utilidades, lo que incrementaría de manera considerable los costos de producción y las exportaciones, afectando tanto a los consumidores estadounidenses como a las propias empresas.
Ebrard estimó que, de llevarse a cabo esta medida, se perderían alrededor de 400,000 empleos en Estados Unidos, sobre todo en la industria automotriz, que depende en gran medida de las importaciones de partes automotrices producidas en México. Además, las empresas que operan en territorio mexicano y exportan hacia Estados Unidos también sufrirían una doble afectación debido al incremento de los costos por los aranceles.
El impacto económico de esta medida podría ser amplio para las economías de ambos países, ya que México es uno de los principales socios comerciales de Estados Unidos
En este escenario, las empresas estadounidenses tendrían que pagar más por los productos importados de México, lo que elevaría los precios de consumo en el mercado estadounidense. En este sentido, Ebrard destacó que la imposición de aranceles sería, en esencia, "un tiro en el pie" para Estados Unidos, ya que los efectos colaterales recaerían directamente sobre el consumidor norteamericano, con un incremento en la inflación y la pérdida de empleos, especialmente en sectores clave como la automotriz.
México, por su parte, está considerando varias medidas para contrarrestar los posibles efectos de estos aranceles. Ebrard indicó que el gobierno mexicano respondería con medidas recíprocas, implementando aranceles de manera similar si Estados Unidos decide seguir adelante con la imposición de los impuestos. Esta medida generaría una espiral de aranceles entre los tres países que afectaría gravemente la competitividad de la región. En lugar de seguir por ese camino, México propone fortalecer la integración económica de América del Norte, ampliando la colaboración en áreas como la seguridad y la migración, con el fin de promover una región más competitiva a nivel global.
Ebrard también mencionó que el gobierno mexicano intensificará sus esfuerzos para diversificar sus relaciones comerciales, buscando renovar acuerdos con la Unión Europea, estrechar vínculos con Brasil y fortalecer sus lazos con otros países de Asia, para reducir su dependencia de Estados Unidos en caso de que la situación empeore
En cuanto a la cuestión migratoria, el secretario de Economía sugirió que Trump podría no estar al tanto de las acciones que México ha tomado en este ámbito, incluyendo el tratamiento de la caravana migrante y el manejo de los migrantes con permisos laborales. Ebrard aclaró que México sigue comprometido con la colaboración en temas migratorios y de seguridad, pero también subrayó la importancia de mantener una relación comercial sólida, como parte de la agenda bilateral.