La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha dado un paso significativo en el tratamiento del cáncer de mama avanzado al autorizar el registro sanitario de capivasertib, un medicamento que se utiliza en combinación con fulvestrant. Este fármaco está diseñado para combatir el cáncer de mama en adultos, particularmente en aquellos cuyos tumores han mostrado resistencia a tratamientos hormonales previos
El capivasertib actúa como un inhibidor de la cinasa y tiene como objetivo frenar la proliferación de células cancerosas. Está indicado para pacientes que han experimentado una recaída o empeoramiento de su condición durante o después de haber recibido terapia hormonal. Este avance es crucial, ya que el cáncer de mama es el tipo más común de cáncer y la principal causa de muerte por esta enfermedad entre mujeres a nivel mundial. Se estima que aproximadamente el 85% de los casos ocurren en pacientes sin antecedentes familiares.
A nivel mundial, el cáncer de mama representa una preocupación creciente. En 2020, se diagnosticaron alrededor de 2.3 millones de nuevos casos, y se estima que más del 70% de estos son del tipo hormonal positivo (HR+) y HER2 negativo. Este subtipo es especialmente problemático, ya que muchos pacientes desarrollan resistencia a los tratamientos endocrinos estándar. La aprobación de capivasertib, junto con fulvestrant, ofrece una nueva esperanza para estos pacientes, mejorando significativamente la supervivencia libre de progresión.
La autorización de capivasertib forma parte del más reciente Informe quincenal de ampliación terapéutica emitido por Cofepris, donde se reportaron un total de 16 nuevos medicamentos, además de varios dispositivos médicos y ensayos clínicos. Entre estos se incluyen catéteres angiográficos y sistemas de prótesis, que también buscan mejorar la atención médica
Los resultados del ensayo clínico CAPItello-291, que evaluó la combinación de capivasertib y fulvestrant, mostraron una reducción del riesgo de progresión o muerte en un 50% en pacientes con alteraciones específicas en los genes PIK3CA/AKT1/PTEN. La mediana de supervivencia libre de progresión fue notablemente superior en el grupo tratado con esta combinación (7.3 meses) en comparación con aquellos que recibieron placebo (3.1 meses).
Realizar un autoexamen de mamas es una práctica esencial para la detección temprana de anomalías que podrían indicar cáncer de mama. Este procedimiento se puede dividir en varios pasos sencillos que puedes realizar en casa:
- Comienza con una inspección visual frente a un espejo. Asegúrate de que el lugar esté bien iluminado y observa tus senos en diferentes posiciones: con los brazos a los lados, levantados sobre la cabeza y mientras te inclinas ligeramente hacia adelante. Presta atención a cualquier cambio en el tamaño, forma, textura de la piel o la presencia de hoyuelos, arrugas o secreciones en los pezones.
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Procede a la palpación. Puedes hacerlo acostándote boca arriba o de pie. Utiliza las yemas de tus dedos para examinar cada seno, comenzando desde el pezón y moviéndote hacia afuera, cubriendo toda el área mamaria. Asegúrate de aplicar diferentes niveles de presión: ligera, media y firme. También es importante palpar la axila, ya que el tejido mamario se extiende hasta allí. Repite este proceso en ambos senos.
Es recomendable establecer un patrón para asegurarte de que estás examinando toda el área. Por ejemplo, puedes dividir cada seno en cuadrantes y palpar uno a la vez. Tómate tu tiempo para realizar este examen; no hay prisa.
El momento ideal para realizar el autoexamen es aproximadamente una semana después del inicio del ciclo menstrual, cuando los senos tienden a estar menos sensibles. Para aquellas mujeres que han llegado a la menopausia, se sugiere elegir un día específico cada mes para llevar a cabo el examen