La estrategia de seguridad implementada por la presidenta Claudia Sheinbaum tiene como objetivo principal lograr resultados significativos en los primeros 100 días de su gobierno. Este plan se centra en abordar la violencia en los 10 municipios más afectados por el crimen y combatir a 10 cárteles que operan en el país, con la meta de "pacificar al país" mediante la reducción de homicidios dolosos y delitos de alto impacto, así como mejorar la percepción de seguridad entre la ciudadanía.
El documento titulado La estrategia de seguridad de los primeros 100 días, elaborado por las secretarías de Defensa Nacional, Marina y Seguridad y Protección Ciudadana, establece que el país necesita "paz con justicia". La estrategia se articula en torno a cuatro ejes fundamentales: atención a las causas de la violencia, uso de inteligencia e investigación, fortalecimiento de la Guardia Nacional y garantía de coordinación entre autoridades a todos los niveles de gobierno.
Para implementar esta estrategia, se creará un Gabinete Nacional de Seguridad que incluirá a las secretarías mencionadas, así como un gabinete alterno que abarcará otras dependencias relevantes como la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y la Procuraduría Fiscal. Este gabinete nacional será responsable de aprobar los nombramientos de los titulares de las secretarías de Seguridad Pública en los estados y municipios
Un aspecto clave del plan es la consolidación del Sistema Nacional de Inteligencia, que busca optimizar la investigación criminal para identificar a los principales generadores de violencia y sus estructuras organizativas. Este trabajo comenzará en los municipios más violentos del país, que incluyen Colima, Tijuana, Acapulco, Celaya, Cajeme, Ciudad Juárez, Tlajomulco de Zúñiga, Chihuahua, León y Cancún. Además, se prestará especial atención a garantizar la seguridad en las zonas productoras de limón y aguacate en Michoacán y restaurar la paz en Chiapas.
La estrategia también se enfocará en desarticular a los 10 principales grupos criminales que operan en México. Estos incluyen cárteles como Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, del Golfo y La Familia Michoacana. Es importante señalar que algunas organizaciones no fueron objeto de atención durante el gobierno del presidente López Obrador.
Se buscará centrar la investigación en delitos específicos como el tráfico de personas y armas, huachicol (robo de combustible), extorsión y secuestro. El enfoque incluye no solo desmantelar redes criminales, sino también abordar sus esquemas operativos y financieros, así como el lavado de dinero