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La reutilización de materiales en la moda está cobrando fuerza, y el *patchwork* se posiciona como una de las tendencias más relevantes en este movimiento. Esta técnica consiste en unir fragmentos de tela provenientes de prendas ya fabricadas para crear nuevos textiles, evitando la producción innecesaria de más material y contribuyendo a la sustentabilidad.
La diseñadora de moda y calzado Fiona Adame Canales explicó que esta práctica no solo reduce el impacto ambiental al darle una segunda vida a los tejidos, sino que también disminuye el consumo de recursos naturales y la generación de residuos de la industria textil, una de las más contaminantes a nivel mundial.
> "*Hay algo muy famoso que es el patchwork, que es generar telas o textiles a partir de prendas ya elaboradas, cortando diferentes tiras o cuadros, uniéndolas y volviendo a generar tela para crear nuevas prendas*", comentó Adame Canales.
Además de su impacto ecológico, el *patchwork* fomenta una producción más ética. Al reutilizar materiales, pequeños diseñadores y comunidades artesanales pueden desarrollar nuevas prendas sin depender de la fabricación masiva, lo que genera oportunidades económicas y fortalece el comercio local.
En La Paz, diversas iniciativas buscan impulsar estas prácticas sustentables. Algunas marcas ya fabrican textiles a partir de botellas de PET recicladas, lo que demuestra que pequeños cambios pueden marcar la diferencia y contribuir a una industria de la moda más responsable.
En La Paz, una tienda de ropa de segunda mano está impulsando la moda sustentable, una tendencia que busca alargar el ciclo de vida de las prendas y reducir el impacto ambiental de la llamada "moda rápida", caracterizada por la producción y el consumo masivo de ropa a gran escala.
Perla Jordán, coach de imagen, explica que el concepto de moda lenta busca que las prendas sean reutilizadas en lugar de convertirse rápidamente en desechos.
"Justo la moda lenta es tratar de que esto no suceda de forma tan rápida, sino que compremos, usemos, reusemos y reciclemos si es necesario, y si no podemos hacerlo, que lo use alguien más", señala.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo ha advertido sobre el alto costo ambiental de la industria textil, que cada año consume 93 mil millones de metros cúbicos de agua y genera medio millón de toneladas de microfibras que terminan en los océanos. Además, sus emisiones de carbono superan las de los vuelos y envíos marítimos internacionales combinados.
Diseñadores de moda y calzado destacan la necesidad de asumir la responsabilidad del sector frente a la crisis ambiental.
Fiona Adame Canales, licenciada en diseño de modas y calzado, enfatiza la urgencia de un cambio de mentalidad dentro de la industria.
"Es importante, ya que nosotros, como diseñadores, debemos hacer conciencia de que el medio ambiente está cambiando. Hay mucha contaminación, se tiran demasiados residuos, y debemos ser más conscientes al utilizar estos materiales sin llevarlos a la explotación", mencionó.
Desde la siembra del algodón hasta el transporte y consumo doméstico, la producción textil tiene un alto costo ambiental. Por ello, especialistas en moda hacen un llamado a reutilizar y elegir opciones más responsables con el planeta.
Para Suleni Escamilla, diseñadora gráfica, las nuevas generaciones juegan un papel clave en este cambio de paradigma.
"Mis respetos para las nuevas generaciones, que están un poco más conscientes de la sustentabilidad. Creo que nosotros también estamos haciendo nuestro aporte y queremos realmente llegar más lejos, para que la moda sustentable siga avanzando", expresa.
A medida que el impacto ambiental de la moda sigue en el centro del debate global, iniciativas como esta tienda de ropa de segunda mano buscan posicionarse como una alternativa viable y necesaria para el futuro del planeta.