El 23 de septiembre se celebra el Día Internacional de las Lenguas de Señas, una fecha proclamada por la ONU para promover la visibilidad y el reconocimiento de estas lenguas en todo el mundo. Este día resalta la importancia de las lenguas de señas como un medio esencial de comunicación para las personas sordas y con discapacidad auditiva.
Las lenguas de señas son sistemas lingüísticos completos, que poseen su propia gramática y vocabulario. Su reconocimiento es crucial para garantizar los derechos lingüísticos y culturales de las personas sordas, promoviendo así la inclusión y la igualdad en la sociedad. Sin embargo, a pesar de su relevancia, estas lenguas a menudo no reciben la atención que merecen.
A nivel mundial, existen más de 300 lenguas de señas diferentes, cada una influenciada por la cultura local. Entre las más conocidas se encuentran la Lengua de Señas Americana (ASL), la Lengua de Señas Española (LSE) y la Lengua de Señas Mexicana (LSM). Este día no solo celebra la diversidad lingüística, sino que también aboga por los derechos de las personas sordas.
En México, el trabajo de los intérpretes de lengua de señas es fundamental, ya que ellos conectan a las personas sordas con la comunidad. Sin embargo, estos profesionales enfrentan desafíos laborales significativos. Aunque la LSM tiene un reconocimiento oficial desde 2005, la falta de titulación universitaria y buenas condiciones laborales persiste.
A pesar de que hay más de 2.4 millones de personas sordas en México, menos del 5% de las instituciones educativas cuentan con intérpretes. La falta de visibilidad y reconocimiento profesional limita el acceso a oportunidades para estos intérpretes, quienes son esenciales para garantizar la comunicación y la inclusión en la sociedad.