En noviembre de 2018, el congreso aprobó la creación de los Superdelegados, quienes se encargan de coordinar las acciones entre autoridades estatales y municipales con el ejecutivo federal.
En otras palabras, a los Superdelegados se les dio el encargo de promover los planes y programas del actual gobierno.
En la práctica, operadores electorales que tendrían el control presupuestal de los programas sociales y la lista de beneficiarios de éstos.
De inmediato gobernadores de oposición señalaron que esta práctica violaba el pacto federal. Y para muchos también implicaría un problema electoral. Es decir, en el proceso electoral de 2021 se renovarán 15 gubernaturas. Al menos 8 superdelegados levantaron la mano para disputar una candidatura por Morena.
En Guerrero, Pablo Amílcar Sandoval renunció a su encargo para buscar la gubernatura. Esto, a pesar de las denuncias en su contra por la presunta utilización de recursos públicos para promover sus aspiraciones políticas. Este caso es especial porque se trata del hermano de Irma Eréndira Sandoval, Secretaria de la Función Pública.
Pero Víctor Manuel Castro Cosío tampoco se queda atrás. El delegado en Baja California Sur renunció a su cargo para contender por la gubernatura en 2021. De no resultar electo regresará a su curul en el Senado.
Juan Carlos Loera, fue electo diputado federal, pero no ejerció su cargo, para encargarse de la delegación estatal y ahora busca la gubernatura de Chihuahua.
Aunque es investigado por denuncias de supuesto uso irregular de programas del Gobierno Federal. Manuel Peraza buscará la gubernatura de Nayarit. Pero tiene un problema, su acta de nacimiento especifica que nació en Jalisco, este hecho lo descalifica constitucionalmente como posible candidato.
Y tampoco cumple con los 5 años de residencia efectiva, ya que se le empezó a ver por Tepic en agosto del 2018.
Le sigue Indira Vizcaíno, presentada como la mejor posicionada para abanderar a Morena hacía la gubernatura de Colima.
Pero ha sido acusada de formar un cacicazgo político, abusando de sus atribuciones para promoverse políticamente. En Morelos renunció Hugo Eric Flores, pero no ha hecho pública su intentona de ser gobernador, pues recientemente fue nombrado líder nacional de la resurrección del partido encuentro solidario.
En tanto, Lorena Cuellar busca gobernar Tlaxcala. Integrantes del Movimiento Nacional por la Esperanza, denunciaron actos de corrupción y omisión de Cuéllar Cisneros para atender las necesidades de la ciudadanía.
Y Gilberto Herrera lo hará en Querétaro, pero el comité estatal del PRI lo ha criticado por los recortes al presupuesto del campo; la eliminación de estancias infantiles y del instituto del emprendedor.
Desde que el congreso aprobó hace dos años la figura de los superdelegados, las bancadas de oposición advirtieron sobre el riesgo electoral que estos personajes significarían.
En su momento, el senador priista Miguel Ángel Osorio Chong sentenció que la idea sólo era una fábrica de precandidatos. El tiempo le dio la razón.