Desde 1994 el Instituto Nacional Electoral regula la publicación de encuestas electorales para contribuir a la construcción del voto razonado y de la opinión pública mejor informada, sin embargo, dichos instrumentos parecen ser de mayor beneficio para los propios partidos políticos que para la sociedad, pues una fotografía del panorama actual del proceso, permite que los candidatos identifiquen el éxitos de sus campañas, detalló Fernando Barrientos del Monte, Politólogo por la Universidad de Florencia.
Se dice que las encuestas son de quien las paga, aunque con la normatividad vigente en México, el INE establece que quien publique una encuesta sobre preferencias electorales, conteos rápidos, sondeos o cualquiera de estos ejercicios, debe de entregar a la autoridad, el respaldo científico que las avalen, aún así hay instrumentos que llegan a ser menos confiables por la metodología de aplicación y sobre todo por no alcanzan a tener una muestra representativa del electorado, informó Francisco Meza, Coordinador Académico de la Carreta de Ciencias Políticas en la Universidad del Valle de Atemajac, Campus León.
En las elecciones federales del 2018, que es el dato más reciente, al INE acreditó a 96 casas encuestadoras, las cuales publicaron 416 encuestas de salida y conteos rápidos, destacando que el 80% de éstas (336) tuvieron un respaldo informativo para valorar su calidad.
Por otra parte, en lo que va del actual proceso electoral, el INE tiene acreditadas 4 casas encuestadoras y la Secretaría Ejecutiva del Instituto ha recibido un total de 12 estudios, donde se destaca que el organismo nacional no avala la calidad y validez de los resultados presentados en dichas encuestas.