Roberto Rubio y Humberto Pedrero recuerda son dos servilistas del exgobernador y ahora senador Manuel Velasco Cuello y son el sinónimo del engaño, corrupción, tráfico de influencias y abuso de poder en Chiapas, pero sobre todo contra los derechos de los pueblos indígenas.
Le digo esto porque estos personajes, el primero Humberto Pedrero contendió por la diputación federal por el distrito II con cabecera en Bochil, mientras que el otro Roberto Rubio lo hizo por el distrito XI con cabecera en Las Margaritas y que fueron impugnados porque falsificaron documentos para asumirse como indígenas, cuando no lo son.
Lo pongo en contexto porque estos exfuncionarios de Manuel Velasco y además de malos diputados porque no han hecho nada por los pueblos indígenas ahora, en el caso de Roberto Rubio busca repetir diputación federal reeligiéndose y teniendo denuncias documentadas en una carta pública por la Asamblea General del Municipio de Oxchuc, por la usurpación de identidad que avala el ejido Jerusalen de Las Margaritas, Chiapas.
Estos son los ejemplos de malos funcionarios y cotos de poder que siguen existiendo al interior de los partidos, porque para nadie es un secreto que Manuel Velasco sigue imponiendo candidatos en la mayoría de los partidos políticos en Chiapas. Con la única intención de que Morena siga teniendo aliados en el congreso, seguir teniendo mayoría, y de que el exgobernador Manuel Velasco siga haciendo lo que quiera con los espacios en el congreso local, en las diputaciones federales y por supuesto en los ayuntamientos en Chiapas.
De esa forma son los negocios en la política. Todos se reparten el pastel y salen ganando.