El 13 de septiembre de 1947, se dice que ese día tuvo lugar la entrada triunfal del ejército estadounidense a la capital de la República, señalando la derrota final de la nación en la guerra de invasión norteamericana, fecha que el gobierno simboliza también la "resistencia de los mexicanos"
La historia oficial cuenta que los Niños Héroes fueron seis cadetes que, durante la invasión estadounidense a México, se destacaron por su valentía en la batalla del Castillo de Chapultepec en 1847. Estos jóvenes, cuyos nombres eran Juan de la Barrera, Juan Escutia, Agustín Melgar, Vicente Suárez, Fernando Montes de Oca y Francisco Márquez, tenían entre 14 y 19 años. A pesar de tener la oportunidad de huir, decidieron luchar hasta el último momento por "amor a la patria", lo que ha llevado a que su valentía sea ampliamente reconocida.
La batalla comenzó en la madrugada del 12 de septiembre de 1847, cuando las fuerzas estadounidenses iniciaron un intenso bombardeo sobre el bosque y el Castillo de Chapultepec. Más de siete mil soldados estadounidenses, bajo el mando del general Winfield Scott, asaltaron el castillo, que en ese momento estaba defendido por Nicolás Bravo, quien había participado en la Independencia de México; Mariano Monterde, director del Colegio Militar de México; y el coronel Santiago Felipe Xicoténcatl, jefe del Batallón de San Blas. La resistencia de los Niños Héroes y sus compañeros ha sido recordada como un acto heroico de defensa patriótica en un momento crítico de la historia de México.
Uno de los eventos más representativos y conocidos en México es el de Juan Escutia, quien, al encontrarse en el Castillo de Chapultepec durante la invasión estadounidense, quien supuestamente se envolvió en la Bandera de México y se lanzó desde las rocas para evitar que la bandera nacional fuera mancillada por los norteamericanos.
Sin embargo, existen varios mitos y controversias que rodean este evento. Primero, se suele referir erróneamente a los seis cadetes como "niños", cuando en realidad, la edad de los menores oscilaba entre 14 y 15 años. De acuerdo con el Código para la Niñez y la Adolescencia, se considera niño o niña a toda persona desde su concepción hasta los 12 años, y adolescente a toda persona mayor de 12 años y menor de 18. Por lo tanto, los cadetes no encajaban en la definición de "niños". Además, circula la teoría de que los seis cadetes estaban castigados cuando ocurrió la invasión, lo que los habría llevado a intentar huir al darse cuenta de la situación en el Castillo.
Alejandro Rosas, investigador y divulgador de la historia, egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, sostiene que Juan Escutia no murió saltando envuelto en la bandera. Según Rosas, Escutia cayó abatido a tiros junto con Francisco Márquez y Fernando Montes de Oca mientras intentaban escapar hacia el Jardín Botánico. Por otro lado, el historiador Ricardo Rivas considera que el acto de Juan Escutia es "el mayor mito que históricamente no se puede corroborar ni hay evidencia de ello". Rivas explica que es ilógico que Escutia haya muerto en las laderas del cerro, ya que la ubicación del asta del castillo no concuerda con esta versión. También hay quienes argumentan que Juan Escutia podría no haber existido, ya que no se ha encontrado un registro de su pertenencia al Colegio Militar en aquel entonces.
La bandera mexicana sí fue finalmente tomada por el ejército de E.E.U.U, que no la devolvió hasta más de un siglo después
Durante el gobierno de Miguel Alemán, se anunció el descubrimiento de seis osamentas en la ladera del cerro de Chapultepec, las cuales se atribuyeron inmediatamente a los Niños Héroes. Como resultado de este hallazgo, se ordenó la construcción del imponente Altar a la Patria, compuesto por seis columnas de mármol y que desde 1952 alberga estos restos humanos. Sin embargo, el historiador Ricardo Rivas ha cuestionado la autenticidad de este hallazgo, argumentando que no se realizó un peritaje adecuado ni se contó con la participación de antropólogos en la identificación de las osamentas.
Además, existe una idea errónea de que únicamente los seis cadetes defendieron el castillo. En realidad, en Chapultepec había unos 200 hombres entre soldados y cadetes, y se sumaron más de 600 miembros del Batallón de San Blas, que intentaron frenar el avance estadounidense por las laderas del cerro. Según Rivas, la mayoría de estos defensores también murieron en la batalla.
Otro de los héroes olvidados es Miguel Miramón, a quien algunos califican como "el séptimo Niño Héroe" por haber sido uno de los jóvenes cadetes que participó en la batalla y logró sobrevivir.